Capitulo III

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Lauren se miraba en el espejo una y otra vez, sin entender a qué venia aquellos nervios, luego de su fracaso matrimonial las salidas casuales con chicas eran su pasatiempo favorito, claro estaba, nada serio, sus encuentros siempre eran con mujeres contemporáneas a ella, nunca le llamó la atención una chica menor, aunque no podía decir a ciencia cierta qué lo que estaba sintiendo era una atracción, algo extraño pasaba, lo más seguro era que, se sintiera así, por salir con una chica mucho menor que ella.

Respiro profundo, tomó su bolso y salió de su apartamento, de camino abrió la ubicación que Camila le había mandado y una fuerte sensación la inundó en ese momento, detuvo el carro en seco para así poder pensar con claridad que haría.

Aquel restaurante caro y elegante en el centro de Madrid, siempre fue uno de los favoritos de Ainoa, sabía que volver ahí reviviría muchos sentimientos que estaban bajo llave, aquello aún dolía con fuerza aunque ella lo negara.

Estuvo ahí unos minutos, una parte de ella la instaba a que fuera, otra le gritaba fuertemente que diera vuelta y regresara a su lugar seguro, pero un repentino mensaje de WhatsApp la sacó de sus pensamientos.

"Tú asiento te espera inspectora! :) - Camila Cabello" 

Adjuntado a ese mensaje estaba una imagen de la silla que parecía estar frente a ella, dándose cuenta que la chica había reservado en la terraza del restaurante, dándole un toque diferente a todo, particularmente a ella siempre le gustó la terraza pero a su ex mujer no, siempre quería estar adentro, alegaba ser más elegante.

Dejo escapar un suspiro y sin pensarlo un segundo más volvió a encender el moto del auto y se dirigió hacia el restaurante, no le gustaba ser impuntual y mucho menos quedarle mal a una persona que amablemente le hacía una invitación a pasar un rato agradable, a pesar de todo, algo en la chica Cabello le hacía sentir cómoda.

-Inspectora Jáuregui, que bueno verla de nuevo por acá, ¿cómo está la señora Ainoa? - preguntó el camarero, un chico amanerado que siempre las atendía cuando venían a cenar.

-Gracias Calvin, Ainoa me imagino que está bien, nos divorciamos hace casi un año - le explicó con amabilidad.

Lauren quiso reírse al notar el automático cambio de expresión del chico, pero por prudencia se mantuvo firme.

-¡oh, vaya! No lo sabía, me disculpo.

-Tranquilo hombre, que no pasa nada -le ánimo, dándole unas palmadas en el hombro.

-Vale, gracias. Dígame inspectora, ¿tiene reservación?

-Si claro, con la señorita Cabello.

El chico buscó su nombre en la lista y muy cordialmente se ofreció acompañarla. Esa noche Lauren optó por un vestido negro corto muy pegado a su cuerpo, aquello le hacía resaltar notablemente su cuerpo escultural, y es que a pesar de ser una mujer muy ruda, cosa que su trabajo lo ameritaba, le encanta, fuera de la oficina, vestir bien, usar vestidos elegantes, le encantaba la ropa de diseñador y de marcas muy reconocidas, la inspectora Jáuregui era una mujer que, aunque en su día a día no se notara, estaba llena de clase y elegancia.

Al llegar a la mesa y mirar a Camila algo dentro de ella se encendió, la chica le regaló una hermosa sonrisa que brillaba y alumbraba todo a su alrededor, se levantó al instante de su asiento para así acercarse a ella y saludarla con los típicos dos besos, Camila esa noche llevaba un vestido corto color morado, su cabello castaño oscuro liso y largo, un maquillaje sencillo pero que le hacía denotar más sus rasgos, estaba hermosa, esa noche parecía toda una princesa y Lauren no dejaría de repetírselo, para si misma, en cada momento.

Una Bala Directo al Corazón - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora