Volumen Tres : Capítulo Siete

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En el laberinto, había manadas de Lobos de dos colas. Cada manada normalmente estaba numerada de cuatro a seis ya que eran los más débiles de ese piso, debido a esto, siempre andaban en grupos.

El grupo que vio Ruler no era la excepción, con un total de cuatro en la manada.

Con cautela, observó los alrededores desde su escondite cerca de la pared, aunque había logrado aumentar considerablemente su fuerza, no podía subestimar a los grupos de monstruos.

Por lo que, debido a que solo estaba él, lo más lógico era preparar una trampa.

Dejó que los Lobos deambularan por un rato hasta que descubrió el lugar perfecto el cual tenía revestimientos de rocas cerca de cada esquina de la sala.

El momento en que uno se separó, el lo decapitó con su espada de sangre immortal, Ruler pensó en la comida que podría obtener debido a las presas que todavía estaban vivas, mientras que los Lobos de dos locas sintieron que algo andaba mal.

Ya que la cooperación era su herramienta más grande para poder sobrevivir, tenían una conexión innata los unos con los otros.

Los compañeros de manada no serían capaces de comunicarse directamente el uno con el otro, pero siempre sabían dónde estaban los otros, y los miembros restantes de la manada claramente sabían que algo andaba mal.

Se habían reunido en un grupo de cuatro, pero el líder de la manada solo podía sentir tres, uno de los Lobos había desaparecido en el lado opuesto del muro.

Albergando dudas con respecto a esto, se levantó de su posición de descanso cuando repentinamente escuchó a su compañero de manada gritar.

Una sensación de inquietud fue enviada a todos ellos cuando otro miembro de la manada desapareció.

El primero parecía como si hubiera sido capturado, luchando por escapar de algo de lo que no se podía liberar.

El segundo fue a revisar, pero en ese momento, forcejeo y también desapareció sin dejar rastro.

Confundido, rápidamente reviso los alrededores solo para no encontrar nada, los dos Lobos restantes olfateaban el área circundante.

En ese momento, el suelo se levantó y fueron cubiertos por nuevos muros que aparecieron de la nada.

Cuando estaban por saltar aún lado, el piso donde estaban parados se hundió de forma extraña.

Los Lobos podrían haber escapado fácilmente si no fuera por el hecho de que la situación era inesperada y nueva para ellos.

El agresor ya se había preparado para su confusión y vacilación, lo cual le proporcionó una amplia oportunidad de poder capturarlos.

¡¡¿Graa?!!

Los tres Lobos gritaron antes de ser encerrados en un capullo de piedra… luego todo el lugar se quedó callado.

Ruler había podido reprimir su hambre los últimos cuatro días, después de haber terminado la mazmorra instantánea, comenzó a hacer un túnel para poder salir de su agujero donde había estado los últimos días.

Pero al salir de aquel lugar, lo primero que lo recibió fue el Claw Bear el cual parecía haberlo estado esperando todo este tiempo.

No tenía la confianza suficiente para pelear contra él, por lo que regresó a su cueva y comenzó a crear un nuevo túnel en una nueva dirección, hace sólo medio día que había podido salir a la superficie y se había topado con este grupo de Lobos de dos colas.

Se había dado cuenta que su control sobre la magia había aumentado como también su poder mágico había incrementado.

*Y ahora qué, si uso magia de fuego, puedo ser descubierto y atraer la atención de los demás monstruos en el piso y la de ese bastardo*

Mushoku Tensei : Dios de las sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora