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Conocí a Sherlock gracias a su hermana Enola, una niña encantadora, rebelde y un poco obstinada, pero con un gran corazón. Siempre entendí su comportamiento, lo único que tenía era a su madre, y se fue, aunque fue por una buena causa, no quita el hecho de que se sentía sola, y como no, sus dos hermanos la ignoraban hasta el punto en que parecía que no los tenía.
Cuando conocí a Sherlock, no pude evitar sentir rencor hacia él, por no ayudar a Enola, por no protegerla y quererla como se merecía. Sí, tal vez era el detective más aclamado de nuestros tiempos, y podía ser un hombre sumamente inteligente, pero cuando se trata de mujeres, es un completo idiota igual que todos los hombres.
Al igual que me pasaba a mi, parecía que yo no era del agrado de Holmes, parecía tener un particular desprecio hacia mí, aunque nunca comprendí porque, digo, al contrario de él, yo si me preocupaba por su hermana, y entendía que era una persona independiente, capaz de hacer cualquier cosa.
Cuando las cosas se arreglaron, y su relación con Enola mejoró, tuve que comenzar a tolerar su presencia, aunque no me agradaba, no perdía la educación y modales que me habían dado mis padres. Lo trataba con toda la cordialidad del mundo.
Pero un día, simplemente todo el comportamiento de Sherlock cambió, empezó a ser más cordial, más atento, incluso Enola insinuó que coqueteaba conmigo, lo cual es una competa estupidez, él apenas me tolera.
Semanas después me enteré el porqué de su cambio, Sherlock había pedido su mano en matrimonio. Ni siquiera tuvo la decencia de pedírselo a ella, no, fue directo con su padre y se lo pidió, y su padre obviamente no se negó a que su única hija se casara con un Holmes, no importaba con cuál de ellos fuera, sólo importaba el estatus y los beneficios de que su hija fuera una Holmes y diera herederos.
A diferencia de Enola, yo era una cobarde, estaba furiosa, no porque Sherlock fuera un mal hombre, estaba furiosa porque no lo amaba, ni siquiera lo conocía bien. Pero aunque estaba enojada, no pude huir y librarme del compromiso.
Este pequeño resumen, nos lleva a esta noche, Sherlock pediría mi mano oficialmente, lo haría frente a sus amistades y las de mi familia.
-Se que mi hermano puede ser un idiota, pero creo que no pudiste tener un mejor esposo, al menos sabemos que no te engañara, apenas tiene tiempo de dormir, dudo que tenga tiempo para una esposa y para una amante- Enola habla mientras termino de arreglarme.
-Lo sé podrían haberme prometido a un imbécil mujeriego y golpeador. Pero que Sherlock sea una mejor opción, no significa que me alegre, ni siquiera me quiere, no se porque hace esto. - suspiré mientras terminaba de acomodar mi vestido- aunque supongo que ya no importa, igual tendré que casarme con él, mientras más rápido me haga a la idea, mejor.
-No entiendo, si no quieres casarte, no lo hagas, solo vete y no mires atrás, yo lo haría. -se encogió de hombros mientras me veía.
-No es tan fácil, yo no soy tu Enola, yo no soy valiente, yo... Yo no podría dejar a mi familia atrás, ni a ti- suspiré- supongo que algo positivo es que ahora eres mi cuñada ¿no?
