VegasPete.

Omegaverse.

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Ciertamente estaba asustado.

Pete no pudo evitar ver su vientre con un rostro de circunstancias; ¿qué se suponía que haría ahora?

—Pete... —Porsche miró el rostro pálido del sureño— ¿quién es el padre?

El Omega cerró los ojos evitando contestar mientras negaba una y otra vez con la cabeza. Eso era lo que le preocupaba; estaba en cinta y era una carga que no tenía contemplada, pero aún así podía ver el lado positivo en todo esto.

El verdadero problema era el padre.

—Porsche, mátame y diremos que fue Tankhun en un ataque de locura. —Pete le suplico al Alpha.

—¿Estás loco? —Porsche se alejo asustado—. Sería asesinato doble.

El sureño se rasco los cabellos con desesperación.

—Porsche, Vegas no se puede enterar de esto.

—¿Por qué..? —El moreno abrió grande los ojos cuando cayó en cuenta de lo que su amigo dijo— ¡¿Es de él?!

Pete bajo la cabeza y asintió. La mirada de su amigo era incrédula.

—¿De ese psicópata? —Porsche se jalo los cabellos. Ahora la noticia del embarazo parecía ser algo fácil de digerir, pero ¿Vegas cómo el padre? —. Dime que no te forzó.

—No, bueno... —Pete lo pensó. No lo llamaría forzar—, solo paso.

El Alpha no podía creer la ingenuidad de su amigo. No era algo que simplemente había pasado. Vegas no es algo que solo pasa; estaba seguro que el muy hijo de puta ya tenía en la mira al sureño.

Vegas es un hombre frío, calculador y egoísta, claro que todo lo tuvo planeado.

—Pete, ese infeliz tiene que saberlo. —El moreno se levantó de la silla—. Tiene que hacerse responsable.

El Omega negó mientras lo jalaba de nuevo a su asiento.

—¿Quieres meterme en problemas? —El hombre miró de nuevo su vientre—. Criare al niño yo solo.

—¿Piensas tenerlo?

—¡Claro! —Pete le mostró una sonrisa nerviosa—. Después de todo, siempre he querido una familia.

—Somos muy jóvenes, Pete.

El chico de bonita sonrisa se encogió de hombros. No queria entrar en pánico aunque siendo sincero faltaba muy poco.

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Pete había salido de clases por síntomas como mareos u ascos mañaneros, incluso se había quedado dormido en la clase del maestro Chan

Nadie se dormía con el maestro Chan, nadie que apreciará su vida.

—¿Y si esta por morir? —Tankhun fingió llorar para después zarandear a Porsche—. Es tu culpa, pasa mucho tiempo contigo, si pasara el tiempo conmigo definitivamente estaría en perfectas condiciones.

—Basta, Khun. —Kinn tocó el hombro del moreno— ¿Pete te ha dicho algo?

Porsche sonrió nervioso mientras negaba sin ver a nadie.

—Escuche que Pete se siente mal. —La voz de Vegas puso en alerta a todos— ¿Dónde se encuentra?

—¡No te importa, Vegas bastardo! —Tankhun lo miro con desprecio. El Alpha se puso enfrente del beta y lo miró retador.