— ¿Por qué estás parada aquí, Tatsuki? — La voz de la Kahya hizo que Tatsuki dejara de pensar en lo que había visto dentro de la habitación de Kia. Levantó la vista de la bandeja de comida que sostenía y se encontró con la expresión amable y aterradora de la Kahya. No importa cuán dulce era la voz de esa mujer, Tatsuki sentía miedo.
— No puedo entrar en la habitación todavía, señora Retsu. — Respondió Tatsuki. Estaba nerviosa y era algo que aún no podía entender, todo era tan extraño y nuevo para ella, que adaptarse a esta nueva forma de vida era un poco complicado.
— ¿Le han cortado las manos o la bandeja es demasiado pesada para usted? — Tatsuki negó con la cabeza. — Entonces, ¿por qué sigues parada aquí? Vas a entrar a la habitación, entregarle el desayuno a Lady Rukia y acompañarla al baño para que se prepare para su boda. Es fácil y simple.
— Es solo que realmente no puedo entrar en la habitación, señora Retsu. El príncipe Ichigo está ahí y... — Tatsuki hizo una pausa al notar la expresión de la Kahya, era ridículo que estuviera nerviosa. — El príncipe Ichigo está en la cama con Lady Rukia.
La Kahya guardó silencio por un momento y se acercó a la puerta, Tatsuki temía que la mujer abriera y los interrumpiera, pero la Kahya solo dio dos golpes fuertes a la puerta. Tatsuki estaba asustada, ella sabía mejor que nadie que a ningún hombre le gustaba que lo interrumpieran cuando estaban con una mujer, y el príncipe Ichigo, aunque era un príncipe, seguía siendo un hombre.
— Cuando alguien abra la puerta, entrarás, atenderás y te asegurarás de que Lady Rukia esté en el baño dentro de media hora. — Ordenó la Kahya y continuó su camino. Tatsuki se quedó parada en ese lugar, esperando que alguien abriera la puerta para hacer lo que la Kahya había ordenado.
Varios minutos después escuchó la puerta de la habitación abrirse, inmediatamente se apresuró a entrar, pero el Príncipe Ichigo estaba parado allí, evitando el paso. Tatsuki se puso completamente roja cuando lo vio e inmediatamente bajó la mirada disculpándose por su error. El príncipe estaba vestido únicamente con pantalones y una camisa blanca muy suave y arrugada; su cabello estaba despeinado y parecía molesto, realmente molesto.
— Su Alteza, le traje el desayuno a Lady Rukia. — Tatsuki sonaba nerviosa al decir esa frase. El príncipe se hizo a un lado para dejarla pasar sin decir una palabra.
Tatsuki no quería levantar la mirada, así que fue directamente a la mesa y comenzó a preparar el servicio para el desayuno de Rukia. Todavía estaba completamente sonrojada y solo de recordar la escena que había visto por error la ponía estúpidamente más nerviosa. Había hecho esas cosas con cientos de hombres, le había enseñado a Rukia a hacerlas, era ridículo sentirse así, pero lo estaba.
Definitivamente no era lo mismo dormir con un soldado que con un príncipe, y ella solo había visto la espalda del príncipe.
Tatsuki solo se relajó cuando escuchó al príncipe salir de la habitación después de despedirse de Kia, y fue en ese momento que sintió como si le quitaran un gran peso de los hombros y se atrevió a mirar a Kia, que estaba parada junto a la cama, con una mirada traviesa y una sonrisa en los labios.
— Yo... ¿lo siento?
── ✦ ──
El baño de rosas se preparaba en la bañera de la reina. Al agua caliente le agregaron esencia de rosas, rosas naturales y algo más que Rukia no pudo reconocer, pero fue el mejor baño que había tomado en toda su vida.
Tatsuki estaba con ella, la estaba ayudando a lavarse el cabello y la espalda. La doncella le contaba historias de burdel, las que eran divertidas y la hacían reír, y dejaba que el agua caliente impregnara el aroma de las rosas en su piel. Rukia estuvo en el agua hasta que la Kahya llegó advirtiendo que era hora de regresar a la habitación.
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El Ruiseñor || IchiRuki FF
Fiksi PenggemarIchigo regresa al reino después de completar su educación en el reino de su madre, se supone que él es el heredero, se supone que todo está bien y se supone que nada va a cambiar. Se supone. Ichigo ha aprendido, de una manera cruel, que su padre no...