-A ver déjame entender, saliste con una cría de veinte años y te encontraste con Ainoa, joder maja, eso es tener mala suerte - le decía Dinah a la inspectora Jauregui, mientras ambas tomaban una copa de vino en un bar conocido.
-Vamos que si lo dices con ese tono parece que salí para enrollarme con la Chavala y es obvio que no, solo acepte por pasar el rato pero nada más - le contesto con seriedad.
Dinah y Lauren se conocieron cuando ambas iniciaron en la escuela policial, desde el primer momento se volvieron inseparables, cuando Lauren fue ascendida a Inspectora una de las primeras cosas que hizo, sacándole provecho a su rango, fue pedir el traslado de Dinah a su unidad, ambas establecieron que dentro del recinto esa amistad que las abrazaba quedaría a un lado, Dinah trataba con respeto a Lauren, tal cual como era debido a un jefe y esta ultima la trataba como una oficial más, pero fuera de aquellas paredes, volvían a ser las confidentes de siempre.
-Pero dime, ¿te gusta la chica? - le preguntó, mirándola con picardía.
-¡Joder que no! - exclamó con incomodidad fingida.
-Ja, miéntele a otra, pero a mi, que te conozco muy bien Jauregay, se que te llama la atención la chiquilla esa millonaria, pero vamos que no tiene nada de malo eh, una buena follada para que madure y a su casa coño - dijo, alzando su copa con celebración.
Lauren la miro negando con la cabeza, Dinah tenia unas ocurrencias increíbles, unas que ella no compartía obviamente, aunque esa situacion no le impidió pensar en esa alejada posibilidad, ¿se iba a sentir bien enrollándose con una chica menor?, se pregunto para si misma, no lo sabia a ciencia cierta, su mente ahora era un mar de confusiones y aunado a eso, la inesperada aparición de Ainoa, y aquello de querer hablar con ella, le entro cierta curiosidad por saber que era eso tan importante e insistente que quería decirle, seguramente alguna cosa que haría que sus heridas que estaban ya a punto de sanar completamente, sangraran de nuevo, era algo que no debía permitirse otra vez.
Al llegar a la comisaria se encontró con un escandalo, era la familia del chico fallecido quienes exigían justicia por su hijo, estos estaban en desacuerdo con la forma en la que la policía llevo el caso, aquello fue totalmente complejo, las pruebas no mentían, fue claramente un accidente y un acto de defensa personal, si ese chico, en este caso el perpetrador del asesinato, no hubiera reaccionado de manera rápida y desarmado al occiso, las cosas fueran diferentes en este momento, seria Iñaki el asesino y el otro joven el muerto, todos los presentes en aquella desafortunada fiesta alegaban lo mismo, el chico Iñaki estaba dispuesto a disparar. Aunado a eso, las pruebas toxicológicas arrojaron que esa noche el chico había consumido una cantidad considerable de drogas antes de morir.
-Entiendo su rabia señor Davies, pero las pruebas son las pruebas, nosotros simplemente cumplimos con encarecer el caso, no tenemos favoritismo, buscamos la verdad y se la presentamos al tribunal, ellos son los que dictaminan que hacer con cada parte - le dijo Lauren, al alterado hombre.
-Soy amigo del presidente y esto no se va a quedar así, ese asesino no debe estar libre, estoy seguro que los Schwold compraron al cuerpo policial - dijo el hombre con furia, haciendo que la inspectora perdiera la paciencia.
-Señor Davies, ¿sabia usted que por esa acusación puedo solicitar que lo detengan? - le preguntó con seriedad la mujer-, pero soy una persona consciente, tengo familia y se que lo que esta haciendo y diciendo es producto del dolor, así que le daré la oportunidad de retirarse y todo este espectáculo y ofensa hacia el cuerpo policial quedara olvidado.
El hombre apretó los puños con fuerza y miro a Lauren con desprecio, antes de salir del lugar echando chispas de la ira que estaba acumulada en su cuerpo.
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Una Bala Directo al Corazón - Camren
FanficLa inspectora Jauregui pensó que esa noche, como las dos anteriores, transcurriría en paz, rellenando planillas y firmando papeles, pero tal parecía que su intuición estaba fallando cuando, a media noche su interlocutor sonó, una alocada fiesta en u...