-Hola Kalia- dice Raiyel
-Cállate, tú y yo vamos a tener que hablar, pero primero déjame sacarte de aquí-
-Tu siempre tan tierna-
-Luego pueden seguir discutiendo, mi nombre es Alioth y los dejare ir pacíficamente a cambio de que me escuches, Kalia- habla el señor de los ojos verdes esmeralda, en su juventud debió de haber sido muy guapo, pero que sepa mi nombre me pone la piel de gallina.
-¿Cómo sabe mi nombre?- me mira y sonríe, se está burlando de mí.
-¡Pero si tu amigo lo acaba de mencionar!- estúpida de mi, volteo a ver a Ray y lo miro con mis mejores ojos asesinos.
-Con que ahora le das información al enemigo- le digo
-No fui yo quien hizo la pregunta estúpida- contraataca. Si esto fuera un dibujo animado tendría humo saliendo de mis orejas.
Pienso bien mis opciones, podría deshacerme rápido de ellos, no sería problema, les daría una muerte rápida, no digo que indolora porque eso es mentira, todas las muertes duelen.
¿Solo quiere que lo escuche? Si cumple su palabra nos dejara ir pacíficamente y si no.... Vale intentarlo.
-Bien, escucharé lo que tiene que decir- Asiente y se acomoda en la silla frente a la mesa. Se aclara la garganta y comienza a hablar.
-Mi familia no es como todas las familias normales de Brarmon, tenemos una misión de vida, que pasa de generación en generación...-
-Perdón pero si me viene a contar un cuento mejor páseme la cobija y el café que si no me duermo-
-Insolente, sí, definitivamente lo que busco, aunque lamento decepcionarte si es una historia, pero te prometo que no será aburrida, solo déjame terminar, ¿de acuerdo?- Asiento
-Un hombre de cada generación nace con un don, se dice que cuando los primeros ángeles bajaron a la tierra en misiones de exploración, algunos de ellos se enamoraron de las humanas y procrearon, a sus hijos se les conoce como neflims, seres despreciables capaces de arrasar todo a su paso, no tienen conciencia, ni corazón, su poder angelical los hace fuertes, más que cualquier humano normal, su parte humana los hace mortales. Al no tener alma, ya que su poder es demasiado para tener conciencia, mataron cantidades enormes de gente, de cualquiera que se atrevía a si quiera a mirarlos, claro que su inteligencia también superaba a la de cualquier hombre, por eso se robaban a mujeres de los pueblos para continuar su legado- He oído hablar de los neflims, de sus fechorías y de su crueldad, hasta ahora no hay nada de su historia que no me crea -Los ángeles, al ver lo que habían creado, tomaron un humano dentro del montón y le dieron el poder de los ángeles, el fuego, este hombre capaz de luchar mejor que nadie y enfrentarse a los neflims, ganó las batallas que nos dieron libertad y lograron construir Brarmon. Los ángeles se dividieron entre los que apoyaban la destrucción de los neflim y entre los que creyeron que ellos eran una raza superior y nosotros no merecíamos existir. El don que corre por la sangre de mi familia es el stella ignis. Que en latín significa estrella de fuego, el primogénito varón de cada generación nace con el, pero solo se manifiesta a los 19 años, el día del cumpleaños la energía guardada hasta ese momento en el interior del hombre sale, esto llama la atención tanto de neflims como de ángeles. Mi hijo, Kalia, está preparado, lo preparé toda su vida para este momento, para derrotar a los neflims y no dejar que ni uno solo de esos bastardos quede vivo, pero no lo puede hacer sin protección- Volteo a ver a Raiyel y lo único con lo que me encuentro es con sus ojos gritándome "todo esto ya lo sé, lo siento"
-¿A qué quiere llegar con esto?-
-Quiero que protejas a mi hijo, eres la única lo suficientemente fuerte, aparte de los ángeles, que puede hacerlo, tu sangre hibrida te da ventaja sobre un ángel promedio, eres mi única esperanza Kalia, no te lo pido como guerrero, te lo pido como un padre que no quiere perder a su hijo antes de tiempo- Me quedo atónica, ¿yo protegiendo a un humano? pero no un human común ¡Un stella ignis! ¡Ni siquiera se cómo carajos pronunciar eso!
-¿Por qué debería hacerlo?-
-No pudiste hacer nada por ellos, pero sí puedes hacer algo por mi hijo, sabes lo que es la pérdida, y estoy seguro que no se la deseas a nadie-
Esa es la gota que colma el vaso.
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Hola de nuevo, como prometimos estamos publicando lo más rápido que podemos, esperamos que les haya gustado el primer capítulo. Esten atentos, porque vamos a seguir subiendo así de rápido. Besos pequeño mutos.
Con cariño, Dany.
Créditos (editora): Paola.
Ya saben que si nos quieren seguir, toda la información está al final del prólogo.
(Kalia en la imágen)
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A prueba de fuego.
Novela Juvenil¿Qué rayos hago aquí? Bueno, hay que darle gracias a Raiyel mi "mejor amigo", que para rematarla es un ángel, yo una dividida, mitad ángel, mitad demonio, no pertenezco a ningún lado, estoy en problemas, serios problemas. Zeth no es nada de lo que m...