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Finalmente era sábado, alrededor de las siete de la mañana. El martes de esa semana Riki se había encargado de invitar a Yeonjun, quien aceptó gustoso. El miércoles, ambos invitaron a Sunghoon quien accedió de inmediato. El jueves, Yeonjun comió por primera vez con ellos mientras "hablaban" sobre la cita.

Ni Wonyoung ni él dijeron nada más allá de 'almuerzo, cine y compras'. Y ninguno de los dos chicos sospechó de nada. Sin embargo, a espaldas de Riki, la chica acompañó a su amigo en su crisis porque ibn a salir por primera vez  y el sábado lo pasaron eligiendo la mejor ropa que pudieron.

Por otro lado, Yeonjun comentó a Riki que gustaba de Wonyoung y que probablemente aprovecharía la oportunidad. Nishimura no dijo nada y simplemente asintió, dándole su apoyo en todo momento.

Esa mañana, se había levantado más temprano de lo normal y, luego de ejercitarse y tomar una ducha, preparaba panqueques para desayunar. Con música de fondo, bailaba de alegría al pensar en la cita que horas más tarde se llevaría a cabo.

Tomó la espátula como un micrófono y comenzó a cantar la canción de amor que sonaba, saltando de un lado a otro mientras preparaba su comida. Imaginaba miles de escenarios posibles, desde las miles de posibilidades en que Sunghoon podría vestirse hasta las miles de formas en que podría declararse.

No quería tener pensamientos negativos, así que no sé imaginaba a aquel rostro amable y adorable rechazarlo. Solo se imaginaba pura felicidad por todos lados.

Luego de servirse una gran torre de panqueques, acompañados de nutella, banano y fresa, desayunó junto a un café cargado sin azúcar, mientras su mente maquinaba el mejor atuendo posible para no verse mal frente a Sunghoon.

Finalmente la emoción comenzaba a ser opacada por los nervios, así que lo que restó de su mañana se resumió en hacer cualquier cosa para mantener su mente distraída.

A las diez, finalmente comenzó a buscar algo que vestir mientras veía un anime que había encontrado en netflix. Optó por vestir semi formal, con un pantalón de cuero, unas zapatillas deportivas, una camiseta con cuello de tortuga y una chaqueta de cuero; todo de color negro. Su cabello no quiso acomodarse ese día, así que luego de estarlo intentando durante unos diez minutos, se rindió y en cambio se colocó una gorra.

Tomó todo lo necesario: su celular, su billetera y sus llaves, y, faltando treinta minutos para la hora acordada, partió hacia la estación que lo ayudaría a llegar más rápido al centro comercial.

Vivía en una zona urbana, donde todo estaba cerca, así que francamente podría caminar por un rato para llegar a su destino, pero el tren siempre sería la opción más veloz. La estación le quedaba a unos cinco minutos y un tren salía cada dos hacia el centro, no tendría ningún problema.

Durante el camino, se colocó unos earphones y escuchó su playlist de favoritos mientras repasaba el plan general que junto a Wonyoung habían creado. Además, repasaba las formas de hacerle ver sus sentimientos a un chico que no tenía idea de nada. No quería acabar por asustarlo, así que lo más inteligente eran coqueteos poco sutiles que probablemente el pequeño Park entendería.

Si eso no funcionaba, tenía planes desde la "A" hasta la "J". Si llegaba a ese plan y no tenía éxito, probablemente se rendiría. Pero, ya que se había prohibido a sí mismo eso, entonces sería tan directo como fuera posible.

De cualquier forma, quería huir de tener que decirle directamente un 'Me gustas'. Probablemente sus palabras lo traicionaran y su corazón se acelerará demasiado.

Al llegar a la estación, pasó su tarjeta de y justo en el momento en que llegaba a la zona de abordaje, el tren que lo llevaría a su destino se detuvo frente a él. Con una sonrisa subió a él mientras verificaba la hora en su reloj. Tenía tiempo de sobra para llegar.

Con un tarareo bajo, tomó asiento en un lugar de la esquina y se dedicó a ver en su celular redes sociales mientras escuchaba música a un volumen bajo.

Debido a la hora, el tren estaba bastante solitario al igual que las estaciones, así que las paradas eran más rápidas. En diez minutos, Riki finalmente dejó la estación y luego de caminar apenas media cuadra, llegó a su destino.

Un gran centro comercial, de cuatro plantas y de metros y metros de extensión, con paredes de vidrio y cascadas aquí y allá. Era un mall de primera clase.

Tiendas de ropa americana, de esas costosas; tiendas de artículos deportivos que captaron su atención; además de eso, tiendas de zapatos, librerías, tiendas de tecnología, de productos varios, papelería, juguetes, accesorios. Básicamente, un paraíso del consumismo.

Luego de pasar esa extensa zona de distintas tiendas, finalmente llegó a la zona del food court, donde habían acordado encontrarse. Eran sólo las 11:20, así que faltaba un poco más para que llegara la hora acordada. Nishimura se dedicó a ver desde su puesto, al lado de una fuente, todas las opciones de comida.

Restaurantes famosos a nivel mundial, como BurgerKing y TacoBell, además de algunos otros que parecían ser locales, de comida coreana de calidad, al igual que restaurantes que ofrecían comidas típicas de otros países: gastronomía tailandesa, hindú, japonesa, china. Ese día, se le antojaba una hamburguesa o una pizza. Usualmente comía gastronomía japonesa o coreana, así que eso estaba descartado. Tal vez podría aceptar comer chunks de pollo.

Mientras terminaba de observar los restaurantes a su alrededor, un brazo cayó sobre sus hombros pesadamente.

—Hey, Riki —saludó Yeonjun, con una sonrisa amable. Vestía exactamente lo mismo que él, con la única diferencia que en lugar de cuero, era mezclilla negra y sus zapatos eran zapatillas de cuero, y en lugar de una gorra, llevaba el cabello perfectamente peinado hacia abajo.

El mencionado lo observó de pies a cabeza y gruñó: —Voy a matarte, ¡me copiaste!

Yeonjun comenzó a reír mientras se rascaba la nuca, encogiendose luego de hombros.

—Es el destino, vestir de negro nos ayudará a conquistar corazones el día de hoy —aseguró, haciendo un puño con la mano que no tenía sobre el más bajo de ambos.

—No sé de qué hablas —le respondió aunque estaba casi 100% seguro de a qué se refería. Volvió su mirada al frente y siguió analizando el lugar.

—¡Pff!  —escuchó entonces a su lado—. Vamos, Riri.  Sé perfectamente que te encanta Park Sunghoon — ríe cuando el cuerpo de su amigo  se tensa a su lado, lo que termina de confirmar sus sospechas.

—¿Tanto se me nota? —masculla su pregunta, el color rosa subiendo por sus mejillas.

—Sudas amor por él.

—Eso es asqueroso.

—Te brillan los ojos cada vez que él habla, especialmente cuando te habla a ti. Y eso lo noté en los pocos días que comí con ustedes —le dió una palmada en la espalda y le acomodó la gorra—. Estás perdido.

𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐇𝐎𝐎𝐍•| HoonkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora