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Cuando sus dedos bajan por la línea entre mis senos, mi piel se eriza y siento como mi corazón comienza a latir nuevamente.
El color de sus ojos, es aún más diferente que el resto de sus hermanos, porque sus grises tienen pequeños rastro de un verde que lo hace aun más cautivante. Debo admitir que todo este tiempo en su ausencia, las cosas no han sido en vano y su cambio tanto mental como físico me tiene completamente asombrada.
Cuando Bahil besa mis labios, siento ese montón de fuegos artificiales que sentí la primera vez y si, definitivamente estoy perdidamente enamorada del menor de los Hunther y ya no puedo negarlo. En un movimiento rápido, me encuentro sobre él, su desnudez se une a la mía y lo primero que hago es llevar mis manos hasta su cabello chocolate oscuro y enredo mis dedos en él.
–Creí que no tendría lo oportunidad de verte antes de irme, Grecia –susurra cerca de mis labios, sonrio. –Eso fue lo primero que debí decirte en cuanto entre al lugar, pero es que...
–Ya tampoco lo hubiera evitado, Bahil... –digo. –También quería comerte la boca y hacer el amor contigo.
–Grecia, estoy dando lo mejor de mí para ofrecerte todo lo que te mereces.
– ¿Y que mas puedes ofrecerme? Si con tus sentimientos hacia mi, me basta –besa nuevamente mis labios. –Te echare de menos en cuanto te marches.
–Y yo a ti, pero prometo comunicarme en cualquier momento y por cualquier medio, mi hermano mayor me dijo que ya no volveré al país hasta que él así lo decida, si Bajhor me dice, vuelve, lo haré, si no, bueno...
–Esperare por ti, príncipe –este se carcajea un poco. – ¿Lo recuerdas? –asiente y con rapidez termino sobre la cama y él encima de mí.
–La primera vez que me dijiste príncipe, fue cuando te salve con algo que tu papá necesitaba, dijiste que, era como un príncipe salvando a su damisela en apuros, claro que lo recuerdo.
–Prometo que cuando vuelvas, ya no seré esa damisela en apuros.
–Jamás lo fuiste, Grecia –roza su nariz con la mía. –Siempre has sido mi princesa, solo mía...
–Bahil...
Y llevando mis manos por encima de mi cabeza, besa mis labios, luego procede acariciar a un lado de mi cuello y desciende hasta mi pecho. Mi corazón late tan rápido y con fuerza que incluso me da miedo todo esto que siento por él, porque desde un inicio me negué a aceptar que un chico con quien no comparto la misma edad, me mantuviera tan cautivada y en sus manos. Creo que he caído en el famoso efecto Hunther, ese que mi jefa Frida siempre menciona y que incluso Grace también ha sido victima.
Tomando un impulso, lo llevo a que quede de espaldas sobre el colchón y yo quedo sobre él a horcajadas, Bahil se impulsa, rodeándome con sus brazos y yo rodeo sus hombros, llevando mis manos a su cabello y acariciándolo. La luz tenue que nos rodea logra que por lo menos pueda ver sus ojos, disfrutar de ese color de su iris, y aunque un nudo se forma en mi garganta, –porque quisiera decirle todo lo que ocurre–, jure que no lo haría, y hare de esto una maravillosa despedida.
Con timidez me acerco a sus labios y lo beso, Bahil me presiona aun mas a su cuerpo y algo tiene que incluso logra que toda yo sea un manojo de sentimientos en sus brazos.
–Sabes princesa, me iré muy tranquilo a Portugal.
– ¿Por qué? –le miro fijo.
–Porque gracias a ese artículo anónimo, sé que esa dichosa familia, te dejara la vida en paz, por eso me voy tranquilo –asiento, pero muy en el fondo sé que solo será por un tiempo. –Te amo con mi alma, Grecia Linoise, si sientes en algún momento que no puedes esperar por mí, aleja eso de tu mente, y Por favor, Ven a mí, siempre.
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Por Favor, Dame Lo Que Te Pido ·Saga Por Favor #2· ★
RomanceLlegas y haces un desastre, eres tranquilo pero tus pensamientos son un completo tsunami. Eres la debilidad en cuerpo y alma, eres la inestabilidad en el amor, te busco, te encuentro, pero te evaporas, me pides, me exiges y yo cedo, ¿A qué juegas B...