17: premió

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Antes de empezar les quiero felicitar y agradecer por qué llegamos hoy a los 14K de vistas en la historia, ahora sí los premió con un nuevo capítulo largo.
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La estrellas brillan hermoso hoy en el cielo, el clima es perfecto, no hay nubes que obstruyen la visión y la luna resplandece en un tono rojizo llamando la atención de dos hermosas chicas que se dirigen a la casa de Sofía. sus risas hacen muy bien su trabajo en opacar el silencio de las calles, una noche tranquila visualiza todo el pueblo, algunos ya dormidos en sus casas y otros aventureros como Sofía y mirabel paseaban por él, deambulando en las calles que con luces apagadas deja la luna ceder su puesto de lucero, armonizando con la paz que a estas horas de la noche se escucha.

Hace unos minutos mirabel fue a buscar a Sofía a la panadería, debía darle la lista de panes que pidió su abuela para el siguiente día en la mañana, cosa que hacía dos veces a la semana, algunas tres, ya que a Camilo no se le puede dejar nada a la vista.
La mayor termino su laburo hace media hora, cuando la de rulos llegó ya estaba por cerrar la panadería así que se pusieron a hablar, la mayor le comento que en su casa tenía un vestido que ya no le quedaba y le pareció buena idea dárselo a mirabel, la quiere como una hermanita y son unidas, no mucho pero si se llevan muy bien, desde que mirabel estaba pequeña Sofía le gustaba jugar con ella y cuidarla cuando visitaba a los madrigal.

Mientras caminaban mirabel dirigió su mirada hacia el cielo, señalando con su dedo índice una constelación que logro distinguir, algo que compartían ambas chicas es la pasión por el cielo, ver las estrellas o las nubes incluso leer sobre los planetas y galaxias.
Hoy no es la excepción así que por todo el camino se fueron hablando sobre el espacio, cuando llegaron a la casa de Sofía, mirabel lo primero que hizo fue correr a la terraza. La casa cuenta con tres pisos, dos baños, cuatro habitaciones amplias, un balcón, patio trasero, sala, cocina, garage y una terraza. En lo más alto de la casa tiene hamacas dónde normalmente se acuesta a contemplar los cielos, cosa que a mirabel le fascinaba, y por eso fue lo primero que hizo al llegar.

Mientras tanto Sofía busco el vestido que le prometió y también le dió tiempo pa sacar cafecito caliente con crema batida encima y un toque de canela en polvo. Subió las escaleras y encontró a la pequeña bien tranquila mirando hacia el cielo recostada en una de las hamacas.

- Te traje café, cuidado que está caliente-

-gracias sofia- dijo recibiendo la taza que contenía café con delicadeza mientras sorbía un poco la crema -esta delicioso!-

Y así continuo una conversación extensa sobre la vida, el cielo, sus relaciones sociales y demás, lo normal para dos amigas que disfrutan un café a la luz de la luna. Hasta que llegaron al tema: Isabela y dolores.

-estas enamorada de alguna de ellas?- pregunto la menor dirigiendo la conversación a sus relaciones amorosas. Y a decir verdad Sofía no pudo articular ninguna palabra en confirmación o negación, su voz se obstáculizo. Sentía como su respiración se realentizaba y comenzaba a temblar.

¿Por qué se pone nerviosa? Pensó la menor al ver a su acompañante ¿Acaso tocó un tema delicado? Sabía muy bien que las tres son muy buenas amigas pero...¿Hasta ese punto? Y si así fuera el caso, ¿Cuál de las dos le llamaba la atención a Sofía de manera romántica? Dolores era quien tenía el primer puesto en la vida de la mayor, sin embargo desde que volvió de Bogotá ha pasado más tiempo con Isabela, y sospechosamente dolores casi siempre que las ve juntas se aparta, como si de alguna manera no le gustará ver a su mejor amiga con su prima.

-Dime por favor que entre ustedes no ha pasado nada subido de tono- dijo la pequeña con miedo y asco en sus ojos que también se demostraban en sus ademanes.

enredadas entre lianasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora