Carla no cree en el amor. No después de ver como su padre engañaba a su madre, no después de ver como este dejaba a su madre por otra mujer sin si quiera darle una explicación. Ver a su mamá sumida en una depresión por la ruptura tan poco empatica l...
Mientras Madison conduce a casa y yo busco una música para poner en el estéreo, mi móvil timbra. Por el sonido sé que es un mensaje, así que después de poner una canción de Adele, tomo mi móvil y veo que Jason me ha enviado un mensaje.
No sé porque siento mi corazón acelerarse de pronto. Últimamente Jason y yo hemos pasado mucho tiempo juntos, follando, comiendo, incluso un día me quedé a dormir en su apartamento y hablamos de muchas cosas. La universidad, nuestras carreras, el universo e incluso yo le había contado la razón por la que viajé a Los Ángeles para ver a mamá.
Me sorprendió lo fácil que fue soltarme y hablar sobre ese tema, cuando la verdad es que solía ser muy cerrada con mis temas personales. Pero Jason me escuchó atentamente sin interrumpirme y me dijo que esperaba de todo corazón que mi mamá volviera a florecer. Cada vez me sentía más a gusto en su compañía y cada vez me descubría sintiéndo más cosas.
Abro el mensaje y lo leo, es para preguntarme si tengo planes, le pregunto para que quiere saber y me dice que solo responda, lo que me hace reír porque lo imagino rodando los ojos. Luego de intercambiar algunos mensajes quedamos en vernos para ir a algún lugar que Jason no me quiere decir, solo me dice que use ropa cómoda y que olvide mis zapatos de tacón.
De pronto me encuentro sonriendole a la pantalla de mi móvil como toda una estúpida. Y obvio Madison lo nota.
—Siento que hay algo que no me estás contando ¿por que esa sonrisa? —me pregunta.
Pienso mentirle, pero de nada serviría ella me conoce y además se que cualquier cosa que le diga a Madison, no saldría de su boca nunca.
—Digamos que me gusta alguien.
—Tiene que gustarte mucho para que sonrías así, nunca te había visto sonreírle a tu móvil por el mensaje de un chico.
—No es para tanto, solo la pasamos bien, ya sabes que las relaciones no son lo mío y no creo que lo sean nunca.
—Nunca digas nunca.
—Se que nunca me enamoraría.
—Si tu lo dices, al final no es como si yo supiera demasiado sobre relaciones.
Con eso dejamos el tema y subo el volumen a la canción que suena.
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Decido arreglarme con anticipación pues normalmente suelo tardar horrores en arreglarme, o eso dice Madison siempre.
Ato mi cabello en una coleta alta que luego envuelvo para no mojarlo, me doy una ducha no muy larga y luego empiezo a buscar la ropa que me pondré. Jason no me ha dicho donde vamos y eso me da ansiedad, pero me había dicho que fuera cómoda, aunque el concepto de cómoda es relativo, pues yo puedo sentirme cómoda con unos zapatos de tacón.
Al final decido ponerme un suéter amarillo y unos jeans oscuros, decido acompañarlo con unas botas que me llegan un poco más arriba de los tobillos. Decido lacear mi cabello, así que lo plancho y luego me maquillo sutilmente, me pongo perfume y me doy una repasada en el espejo. Estoy bien, supongo que estoy usando algo cómodo, no creo que haya algo más cómodo que esta ropa y estas botas.
Salgo de mi habitación y Madison está sentada en nuestro sofá viendo alguna película cursi. Quita la mirada del televisor para fijarla en mi.
—Debo decir que estás hermosa con cualquier cosa, sin embargo estoy sorprendida por verte vestir tan normal, tu nunca vistes así.
—Saldré con alguien.
—¿El chico con el que te vimos Matthew y yo en el estacionamiento?
—Ajá
—Pensé que no te agradaba.
—No me agrada.
—Déjame ver, no te agrada, pero te cambiaste de una forma diferente y estás aquí sentada muy impaciente esperando que venga por ti.
—No estoy impaciente. —digo tratando de sonar despreocupada.
Pero la verdad era que si lo estaba. Lo cual era raro, salir con alguien nunca me causaba impaciencia, sin embargo aquí estaba muriendo por saber a donde me llevaría y muriendo por verlo.
Madison me miró con ojos entrecerrados.
—Si quieres creer eso por mi está bien, pero si me lo preguntas, se nota que el chico te gusta más de lo que quieres aceptar.
—No es para tanto.
—Viniendo de ti si lo es, nunca te impacientas antes de salir con alguien, nunca te pones nerviosa al hablar de alguien y mucho menos te importa tardar horas arreglandote y que esa persona tenga que esperarte, sin embargo te cambiaste antes de la hora en que vendría por ti, lo siento pero eso sí es para tanto ¿quieres contarme?
—Es que no hay nada que contar, solo follamos, puede que me guste más de lo que me gustó alguien alguna vez, pero es solo eso.
Y es la verdad, no se que me pasa con Jason, aunque si es verdad que él me hace sentir mucho. Me gusta sentir su cuerpo contra el mio, estar con él, incluso me abrí con él como jamás lo hice con alguien con quien tuviera algo. Y admito que eso me asusta un poco.
A las ocho y medía de la noche, miro el reloj por quinta vez, se supone que Jason vendría por mi a las ocho, sin embargo no hay señales de él. Ni un mensaje, ni una llamada, nada.
Pienso que tal vez se le hizo tarde, pues fue el quien insistió en que salieramos, pero cuarenta minutos tarde ya es demasiado. Comienzo a mover el pie derecho esperando que no se atreva a dejarme plantada.
Madison trata de calmarme y me dice que de seguro tuvo al que hacer antes, pero ya son las nueve de la noche y él sigue sin aparecer y ni siquiera me ha mandado un mensaje para decirme el motivo de su retraso. Me doy cuenta que estoy cabreada, más que eso, estoy decepcionada.
Me doy cuenta que el hecho de que me haya pedido salir con él, me había entusiasmado y me siento como una tonta, así que después de que Madison me pregunte si estoy bien y yo le responda que si, aunque no es verdad. Voy a mi habitación, me quito la ropa y me pongo mi pijama. Y no sé si es porque nunca me habían plantado o si es el hecho de que haya sido él quien lo hizo, pero por primera vez siento lo horrible que es que te dejen plantada sin siquiera darte una explicación y no se siente nada bien.
Así que empiezo a crear escenarios donde él decidió salir con alguien más. Al fin y al cabo no tenemos algo exclusivo, ni siquiera sé que tenemos. Después de horas pensando decido que tengo que cortar lo que sea que tengamos antes de que sea tarde.
Y me siento estúpida porque terminé cayendo por alguien que no debía, de todos los hombres existentes tuve que sentir algo por el menos indicado.
Estúpida, Carla.
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