Capítulo 11.

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-¡Qué elegante!- me inclino en el barandal- ¿algo importante hoy?
-Saldré con la chica más preciosa que he visto- arqueó una ceja y me miró directamente. Durante un par de segundos, jugueteamos con nuestras miradas.
-Eso no es tu vestido, ¿cierto?
-Ya te había dicho que no saldría contigo.
-Hay muchas razones para que lo hagas- asegura.
-Dime solo una- arqueo mis cejas mirándolo.
-No puedo mostrarlo desde aquí.- aseguró, pero al darse cuenta, río negando- te llevaré a un lugar.
-No se si valga la pena desperdiciar un vestido por ti.- me encogí de hombros.
-Tu regalo, ¿te gustó?- yo sonreír sun responder.- Puedo suponer que si... Si eso te gustó, lo que tengo preparado de ca a encantar.

Lo miré durante unos segundos y con mi cabeza le indiqué que entrara.
-Sube.
-¿por aquí?
-No tonto, la puerta es muy grande, espérame abajo y apresúrate antes que me arrepienta.

Entro a mi habitación cerrando las puerts dem balcón, me paro frente al espejo y quito el camisón. Aliso el vestido color crema que tengo puesto, mi collar de perlas favorito me spide a gritos, asi que voy hasta allí y me lo pongo

-Solo es una cita, no es para tanto- y se que estoy tratando de engañarme.

Me miró al espejo una vez más asegurando verme linda, y creo que es así, bajo las escaleras y apenas lo veo entrar, el sonríe. Siento como mis mejillas sw calientan pues la forma en la que sonrió me hace sentir que estoy muy linda.
De su espalda, sacó un ramo de flores pequeño pero muy lindo, y se acercó.

-Sabía que ya estabas listas- se acercó dando un beso sobre mi sien.
-¿estás buscando que me arrepienta?
-Mejor ya vámonos.

__________

Subimos a su camioneta, estaba conduciendo hacia las afueras de la ciudad, subo la ventana pues el aire revolvía mi cabello, el enciende la radio bajándole casi todo el volumen a este.

-¿Te gustó el café?- me miró unos segundos y regresó su vista a la carretera.
-Algo faltó.
-¿qué?- preguntó ofendido- ¿de qué rayos me hablas?- comenzó a reirse y me miró de nuevo.- Esta vez tu rosquilla estaba ahí.
-Sí, pero tú no.- me miró con una sonrisa enorme y niega.
-Te gusta que yo esté ahí- aseguró.
-Nunca dije eso.- comencé a reirme.- Solo dije que algo faltaba, un café sin un chiste ridículo no se disfruta igual.

El sonrió, nunca dije que me gustara su compañía -o al menos no directamente-.

Comencé a sentir el aire aún más fresco desde su ventana, las olas sonaban al chocar una con otra y ese peculiar aroma a playa llegó a mi.
Estacionó la camioneta y bajó para abrirme la puerta.

-Espero te hayas puesto algo debajo- tomó mi mano y comenzamos a caminar hacia la playa.
-No sabia que vendríamos aquí.
-¿Eso quiere decir que no traes nada?-sonaba a broma aunque no lo fue.
-Eso quiere decir, que lo que tengo debajo, no es un traje de baño.
-Igual con ese vestido luces hermosa- tiró de mi brazo haciéndome caminar hacia el, quien retrocedía para caminar hacia la playa.

issues / Z.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora