sex toy ; 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂

Capítulo O12: Nightmare

Apretaba los párpados con todas sus fuerzas al igual que los puños, su cuerpo sudoroso y los pequeños quejidos que salían de sus labios, se retorcía y apretaba los dientes al sentir un dolor intenso en toda su anatomía, ella estaba teniendo, otra vez, las pesadillas que en algún punto de su vida desaparecieron pero por alguna razón han vuelto, siendo peores que antes, no ha querido decirle a nadie mucho menos a Tzuyu para no preocuparla ya que siente que es un tema del que no quiere hablar con nadie, además de que la menor ya está preocupada en sus asuntos.

Ahora mismo ésta está abriendo los ojos, notando que algo malo le está pasando a Sana ya que parece estar sufriendo, como si tuviera un dolor tan intenso que apenas y la deja respirar, cuando está completamente consciente de lo que sucede la remueve un poco pero eso no funciona, así que lo único que puede hacer es abrazarla con fuerza, tratando de calmarla para que no se sienta mal, sabe lo que son las pesadillas, bueno, ¿Quién no?.

Pero lo que le sorprende es que Minatozaki no se despierta, se mantiene como si quisiera estar ahí por más tiempo, la nombrada se mordió el labio con tanta fuerza que salió un poco de sangre, al sentir el sabor sus ojos se abrieron de golpe y se sentó, jadeaba y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, no quería volver a ver a esa chica en sus sueños porque el simple hecho de saber lo que pasó hace que se sienta mal.

Todo el día la tiene presente, quiere descansar por lo menos en las noches y mantener la mente despejada mientras duerme, teniendo paz en aquel mundo en el que solo vives libre, sobrellevando los problemas como si no hubieran consecuencias.

"¿Estás bien?". Chou preguntó con la mirada puesta en el rostro de la castaña, ésta parecía estar recuperando el aliento, se le quedó mirando por un rato más y se sentó a su lado para luego abrazarla con todas sus fuerzas, no quería que se sintiera mal porque le dolía más de lo que ella podría aguantar, sintió como su garganta ardía y sus ojos se inundaban de lágrimas, Sana de estaba volviendo demasiado importante para ella como para dejarla de lado o no importarle sus problemas.

Negó lentamente con la cabeza y sollozó, no estaba para nada bien necesitaba soltar lo que le pasaba y dejar de lado aquel miedo que la invade ya que sabe que cuando se lo diga a alguien esta persona se alejará porque nadie va a querer estar con una persona capaz de culpar a otra, culpar a alguien en algo en lo que también tienes la culpa, eso no lo hacen quienes realmente tienen un buen corazón.

Eso es lo que ella piensa y sigue luchando contra el miedo de que todos crean que pueden llegar a pasar por lo mismo, era una situación extrema, en la que el miedo sobrepasó sus límites y no logro razonar. "Yo estaré para ti Sana". Le dio un pequeño beso en la mejilla y suspiró con los ojos cerrados, dejando que las lágrimas brotarán de sus ojos, ambas estaba llorando por el dolor de la otra, y no sabía que era lo que le pasaba.

"¿Estarás para una asesina?". La rubia se quedó en silencio. "Aquella noche cuando me dieron a elegir entre su vida y la mía no lo pensé ni dos veces...". Bajó la mirada a sus manos y apretó los puños. "La señale a ella, lo grité tan fuerte que sentía que se me iba a desgarrar la garganta". Mordió su labio inferior y soltó unas cuantas lágrimas. "Pronuncié su nombre una y otra vez". Suspiró. "Sin remordimiento alguna, al verla tirada a mi lado, llena de sangre me di cuenta del error que había cometido porque preferiría mil veces estar muerta antes que ella".

Todo se quedó en silencio, era una información bastante fuerte y difícil de procesar pero aún así no se alejó y siguió pegada a ella para que se diera cuenta de que nada estaba mal, hasta ella lo hubiera hecho porque no hay peor miedo que el que estar al borde de la muerte, comienzas a darte cuenta que lo que alguna vez te tomaste en juego ahora no es para nada divertido y el solo hecho de pensar que tu alma será condenada por todos los pecados que has cometido, hace que pierdas la cabeza.

"Vuelvo a preguntarte". Sonrió amargamente. "¿Estarás para una asesina?". La miró de reojo esperando una respuesta y difícil que sabía que la estaba poniendo entre la espada y la pared, Tzuyu tenía un poco de miedo, no lo podía negar, al pensar en lo que tuvo que pasar hace que se sienta mal, mucho.

"Estaré para ti...". Apretó los labios y la miró a los ojos. "Quiero y necesito estar para ti". Sana sintió que algo se movió en su pecho al escuchar esas palabras, no estaba muy acostumbrada a que las personas la tratarán así, sonrió un poco, apenas y se podían ver sus dientes.

"Quiero que estes para mi, tanto como yo quiero estar para ti". Murmuró, Chou al escuchar eso sintió como su corazón comenzó a latir con rapidez, tanta que se impresionó un poco, pero le encantaba sentirse así, emocionada por el hecho de que alguien que quiere tener en su vida tiene ese tipo de sentimientos hacia ella.

"Prometo que nunca te haré daño y...cuando quieras hablar de tema sabes que yo estaré para ti en todo momento". Sana asintió y se recostó, hizo un ademán para que la contraria hiciera lo mismo y se acurrucó en sus brazos.

"Realmente me haces un poco feliz Chou Tzuyu". Admitió antes de cerrar los ojos lentamente, tenía demasiado sueño.

"Tú también me haces fel-". Rió al darse cuenta que ya estaba plácidamente dormida como si nada hubiera sucedido, era una pequeña bebé que debía cuidar.