01 ¿Agatha?

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Pipipipí, pipipipí...

Pipipipí, pipipipí, pipipipí, pipipipí...


Después de que la alarma se pasara más de 5 minutos sin parar de sonar, Casey se dignó a estirar el brazo y apagarla. 

— Buenos días a ti también alarma de mierda... — dijo Casey entre bostezos.

Son las 10:15 de la mañana, es el primer día de vacaciones de verano, ésas que tanto anhelaba  para poder dejar de madrugar durante un tiempo y poder salir con los amigos hasta tarde. 

Como cada mañana, después de apagar el despertador, Casey se quedó unos 10 minutos más acostada en la cama revisando las redes sociales, más concretamente Instagram y Twitter.

«Otra vez la misma mierda, parece ser que Annie y Leo vuelven a estar juntos », Pensó. 

Cuando por fin decidió poner fin a su momento de espiar a la gente por Instagram como todas las mañanas, se levantó y se dirigió al baño para hacer sus necesidades y lavarse la cara. 

— Menuda cara, doy miedo — murmuró para si misma. 

Su pelo cobrizo que le llegaba ligeramente por los hombros se encontraba completamente deshecho y enredado, sus ojos verdosos se veían cansados y las pecas de su piel pálida se notaban cada vez más por el sol veraniego.

— Como se nota que ya empieza el verano, ojalá no tener estas pecas — se quejó.

La casa yacía en un profundo silencio a pesar de ser no muy temprano por la mañana, sus hermanos, Austyn y Kenny seguían profundamente dormidos y eso significaba un rato más de paz y tranquilidad. 

Tenía hambre así que bajó las escaleras para ir a la cocina para prepararse el desayuno, unas tostadas con mantequilla y sal y una taza de café con leche. Al cruzar por el salón, se dio cuenta de que su madre le había dejado una nota escrita pegada en la puerta principal:

«Volveré en unas horas, tengo unos asuntos que atender.

Besos, mamá» 

Casey no le dio demasiada importancia y procedió con su misión, desayunar. Cuando apenas estaba abriendo el refrigerador para coger la leche después de haber puesto el pan en la tostadora, sonó el timbre. 

— ¿Quién será ahora? —se preguntó a si misma— Bueno, paso de abrir, ya se irá.

Volvió a sonar el timbre pero con más insistencia.

— ¿Otra vez? ¡YA VOOOOY! —voceó Casey.

Abrió la puerta y era Emmanuel, aquel chaval de su clase que trabajaba en vacaciones repartiendo el correo. 

— Buenos días Casey —tartamudeó él—. Tengo unas cartas para... ¿Julia? ¿Julie?

— Julianne, Emmanuel, Julianne — refunfuñó Casey —, es mi madre, parece mentira que aún no te sepas su nombre, llevamos juntos en la misma clase desde preescolar y nuestras madres se conocen.

— Oh sí, lo siento, es que su nombre es un poco raro... — murmuró —bueno aquí tienes.

Emmanuel es un chico alto, flacucho y con un poco de acné en la cara, le cuesta socializar y más aún con chicas. Además, es un friki de los videojuegos, trabaja únicamente para poder pagarse los juegos nuevos que salen al mercado. 

Un verano en casa de tía Agatha (En proceso).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora