Parte única

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Hoy era por fin el ultimo partido de la temporada, habíamos llegado invictos, no podíamos perder en el ultimo tramo, aunque no iba a ser fácil, el equipo contrario era muy bueno, de otro modo no estarían aquí, dejé el bolso con mis cosas en una de las banquetas en lo que buscaba la llave de mi casillero, era reconfortante para mi abrirlo y ver alrededor del espejo algunas fotos con los chicos, en algunas estábamos juntos y en otras yo había sido el fotógrafo, pero siempre me traían buenos recuerdos y me animaba al iniciar o terminar un partido, sin importar cual haya sido el resultado.

- Hey, otra vez con tu sonrisa de tonto – gritó uno de mis compañeros de equipo para luego reírse y los demás lo secundaron

- Cállate, no lo molestes de seguro está viendo una foto de su novia – las risas se hicieron más fuertes y yo simplemente giré los ojos

- No sean imbéciles, son solo... mis amigos – dije un poco más bajo, pero desviando la mirada a una foto en particular

- Min Yoongi siendo cursi – esta vez fue el chico alto de cabello azul quien me tomó por el cuello y me despeinó mientras yo luchaba por soltarme

- Ya déjame en paz – dije no tan serio y lo empujé un poco, volví a dirigirme a mi casillero para verme nuevamente en el espejo y ponerme la banda en la frente para que absorba mi sudor y no me moleste mientras juego, arreglé un poco mi cabello, aunque no tenía mucho sentido si de igual forma se iba a estropear en el juego.

- Hay que ir a calentar, Min ya deja de mirarte al espejo, no es mágico y tampoco eres el más hermoso del reino, lo vas a terminar rompiendo – siempre me hacían la burla, era de los más bajos en el equipo, y si no fuera modesto y humilde diría que el mejor y ellos lo sabían. Terminé de guardar mis cosas y salimos a la cancha.

Hicimos un par de tiros, corrimos un poco y no mucho más, solo debíamos preparar el cuerpo no agotarlo. Las gradas ya estaban algo llenas, pero todavía faltaba mucha más gente por llegar, dado que aun no era hora; debía admitirlo, estaba algo nervioso, todos habíamos entrenado muy fuerte para este momento, pero... ¿y si fallábamos? ¿Y si me pasaban el balón y de repente ya no sabia que hacer con él? No quería fallar, era el ultimo partido, el último paso para por fin obtener la copa. El entrenador nos llamó a todos y como sucede en las películas hicimos la típica bolita para vernos a los ojos y decirnos sin palabras que confiábamos en el otro, para recordar algunas tácticas y jugadas y sobre todo para motivarnos, y como era de esperarse a la cuenta de tres rompimos el circulo con un grito de entusiasmo que fue secundado por nuestros fanáticos.

Empezamos suave, no queríamos demostrar todo el potencial solamente empezando, debía ser gradual o en el punto en que ya no se lo vieran venir o estuvieran lo suficientemente cansados para reaccionar más lentamente, el paso del tiempo ni siquiera se sentía y fue en un parpadeo que pasó el primer cuarto, ya me encontraba algo agitado pero nada importante, nos reunimos por si había algún cambio de estrategia, si todos se encontraban bien y para beber un poco de agua, mientras yo miraba alrededor esperando ver a los chicos, solamente creí ver una cabellera naranja y pude confirmar su identidad cuando en el segundo cuarto gritó con muchísima fuerza mi nombre

MIIIIIN YOOOOONGII se escuchó por todo el lugar, fue lindo a decir verdad, tanto que hasta me puse tímido y no me quedó de otra que agachar el rostro, desde donde estaba no podía ver el sonrojo que nació en mi rostro, pero los chicos que estaban cerca descansando un poco, sin duda se darían cuenta y no pararían de molestarme si me veían de esa forma; pero en mi mente solo pasaba lo feliz que me hacía que estuviera allí, viéndome jugar y apoyándome, los nervios que sentía antes de comenzar fueron más fuertes pero esta vez por una razón diferente, no quería que me viera fallar, así que iba a dar todo de mí, para ganar y que Jimin sintiera que había valido la pena ir a verme, lo siento, pero crush mata amigos.

El último partidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora