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A pedido de eddytom donde hay  humillación verbal y emocional para de nuevo poner a prueba la lealtad de El Elegido

Una mañana Stuart le preparó a Murdoc una taza de té con 13 cucharadas de azúcar, como al Gran Líder le gusta. Fue a llevársela a sus aposentos como acostumbraba, y cuando Murdoc dio el primer sorbo, le dirigió una mirada pesada a su vocalista. 2D se extrañó, incluso borró la pequeña sonrisa que llevaba en su rostro. ― ¿Pasa algo? -Le pregunta.

―Esto no está bien. Así no es como me gusta.

―Pero así te lo preparo siempre. Son 13 esta vez, como me dijiste, las conté.

― ¿Estás tan seguro?

―Sí…

Sin más, Murdoc tira la taza hasta el otro lado de la habitación, ocasionando un desastre. ―Limpia eso. Y hazlo de nuevo, no está bien.

―Pudiste habérmelo dicho…-Dice con recelo. Se limita a limpiar y de nuevo va a la cocina a hacer una segunda bebida, preocupado de las grandes cantidades de azúcar que Murdoc consume últimamente. Un día de estos le dará un coma diabético. A mitad de su tarea es interrumpido porque alguien toca a la puerta. Va rápido a abrir y ver quién es. ― ¿Hola?

― ¡Hola! Perdón por molestar. Soy su vecina de al lado. Me preguntaba si podría pedirte unas cuantas onzas de azúcar.

―Ah, claro. Eres la chica bonita. -Observa como su vecina se ha sonrojado por el comentario. ―Digo, Murdoc es quien te llama así, yo no. Bueno…voy por tu azúcar.

―Sí. -La mujer le entrega su azucarera y 2D va y se la regresa llena. ― ¡Muchas gracias! Y perdón que me entrometa, pero ¿eres musico o algo así? Siempre estoy escuchando música nueva desde tu sótano.

― ¡Oh si! Estoy en una banda con mis amigos, Russel, Noodle y Murdoc, te agradará conocerlos.

―Creo que ese ultimo es algo grosero. Lo he pillado mirando hacia mi jardín cuando lavo mi ropa. Es incomodo, ¿podrías pedirle que deje de hacerlo?

―Se lo diré. Discúlpalo, así es él de…raro. Pero en serio, cuando quieras venir a oírnos, eres bienvenida.

―Que amable. Lo pensaré, nos vemos. -La vecina se despide y 2D cree que le ha guiñado el ojo.
Cree que puede surgir una bonita amistad.

Entonces una mano lo jalonea de su camiseta y lo mete de vuelta a la casa. ― ¡¿Con quién estabas hablando?! -Murdoc le recrimina acornándolo contra la pared.

―N-no era nadie. -Dice con pena.

― ¿Era la vecina bonita? ¿Qué planeas, Stuart?

―Nada, ella solo me pidió un poco de azúcar.

―Si, claro, cuando puede comprarla ella misma.

―Sabes que es nueva, no conoce las tiendas cercanas.

―No me engañas, ¿querías acostarte con ella?

― ¡No!

―Creo que es una buscona. No vuelvas a hablarle.

―Ella es muy amable, ¡tú eres el grosero! Deja de espiar cuando lava su ropa.

Murdoc toma aire y le dedica a 2D una mirada de recelo. No le agrada cuando se pone a la defensiva. ―Creo que ella te gusta, pero tú ya estás apartado, Stu, ¿o acaso debo recortarte que eres solo mío? -Acerca su lengua contra su cuello y lame con ciertas intenciones perversas.

―N-no…-2D aparta la vista y mira al suelo, sintiendo escalofríos por aquel acto.

Murdoc retoma su posición erguida. ―Eres un buen chico, ¿Ya está lista mi taza? -2D guía a Murdoc a la cocina y le entrega su taza con más azúcar que la primera. Murdoc bebe y esta vez sonríe complacido. ― ¿Sabes? Hace rato te puse a prueba, con lo del té, quiero decir.

― ¿De qué hablas?

―En realidad, lo hiciste bien desde el principio, solo quería hacerte un test.

― ¿Un test por qué, para qué? -Cuestiona con enojo, ya que, si lo había hecho bien, entonces limpió un desastre por nada.

―Pues porque eres El Elegido. Si crees que tu trabajo está bien hecho, debes ser firme y decir “Gran Líder, sé que el té que he preparado para ti tiene la cantidad de azúcar adecuada”. Pero en vez de eso, te rendiste, y por eso has trabajado doble. Muy mal, 2D, pero descuida, ya habrá otro test en alguna otra ocasión. También será sorpresa, porque no te diré cuando ni cómo será.

― ¡Eso es algo muy tonto! ¿¡Crees que casi quemarme con agua caliente y aventarme una taza es un test?!-Se cubre la cara con vergüenza. ― ¡A ti lo que te falta es un tornillo! ¡¿Hasta cuándo vamos a seguir teniendo estas estúpidas tareas, fingiendo que somos parte de un culto?!

―Ya, ya, no te enojes. En cualquier momento el Buscador de la Verdad y La Erudita volverán con la pizza que les encargué para comer los cuatro.

2D lo ignora y se va a encerrar a su cuarto. Murdoc sabe que lo arruinó esta vez, pero nada que unas palabras de disculpa no arreglen después, acompañabas de una gran rebanada de la pizza favorita de El Elegido, de champiñones.

The Great Leader and his Chosen One (2doc/studoc) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora