𝑻𝑴𝑵𝑻 ➼『 𝐂𝐞𝐧𝐢𝐳𝐚𝐬 𝐐𝐮𝐞𝐝𝐚𝐫𝐚𝐧... 』

01

La vida de Hamato Yoshi se arruino en una sola noche, perdiendo a su esposa e hija en el dojo de su padre, ubicado en Japón. Yoshi no podía pasar un solo día más en un lugar consumido por las llamas. Su vida cambio sin desearlo, sin quererlo, sin pensarlo. Todo lo que amaba le fue arrebatado por la ira ciega de aquel que alguna vez llamó "Hermano", Saki Hamato, ahora mejor conocido como Oroku Saki, el heredero legitimo del Clan del Pie. El nuevo líder, su antiguo hermano menor, le robo su vida, lleno de odio y rencor por aquellos que le acogieron, el clan enemigo que le dio un hogar, una familia, que querían hacer de él un ninja ejemplar, los traiciono. Acabando con los Hamato, con la descendencia de Hamato Yoshi. Eso hizo creer. 

El Clan del Pie resurgió de entre las sombras. Saki, con el rostro deformado por las llamas, levanto su brazo izquierdo en victoria, los ninjas que le siguieron esa noche levantaron la voz en sonoros gritos victoriosos, el ojo bueno de Oroku Saki resplandeció, ignorando el dolor que clamaba su pecho ante el recuerdo de Tang Shen cayendo muerta en los brazos de Hamato Yoshi. En cambio, miro su brazo derecho en el cual sostenía a Hamato Miwa, la amada niña que Shen se atrevió a tener con su mayor enemigo, pero ahora era suya, el vivo retrato de su amada amante. Karai Oroku, su primogénita y futura líder del Clan del Pie. Sin saber que su mayor enemigo, el hombre al que llamo hermano, seguía con vida. Oculto en la ciudad de New York. 

【 . . . 】

Hamato Yoshi, sumergido en una profunda depresión, abandono Japón y voló hasta la ciudad de New York tres días después de lo ocurrido, la hermosa ciudad con la que su difunta esposa soñaba comenzar una nueva vida lo estaba esperando. Cargando con pocas pertenencias y efectivo, llegó a lo que sería su nuevo hogar. La ciudad de New York, tan ruidosa como siempre, le dio la tranquila bienvenida a un viejo departamento en un edificio que no portaba las mejores condiciones. Pero no le importaba, ahora estaba solo, aunque sabía que a Shen le habría encantado solo por ser el comienzo de una nueva vida, pero ¿Qué nueva vida? La cabeza de Yoshi era un tornado de pensamientos desesperados y desastrosos, gritando por ¿Qué haría ahora además de solo sobrevivir? ¿Qué sería de su vida ahora? ¿Le esperaba algo que no fuera la muerte? 

Necesitaba aire, Yoshi salió del apartamento después de cinco días sin intentar un poco el acomodar sus pertenencias en su nuevo hogar. Solo tomo una ducha, se colocó ropa limpia y salió del viejo departamento con prisa. Yoshi caminaba cabizbajo por las pobladas calles, ninguna persona chocaba contra él o le rozaba, como si le dieran su espacio de razonar que todo aquello era su realidad ahora. Seguía sin poder aceptarla en el momento en que recordaba la última respiración de Tang Shen, sin saber lo que fue de su hija, sin poder hacer algo por su hogar en ruinas. Entonces, se detuvo en seco, un suave ladrido proveniente del establecimiento a su lado lo hizo levantar su mirada cristalina hacía el cristal. Pet Shop's, se leía en la ventana con letras doradas y algunos cachorros jugaban tras el cristal a manera de exhibición. 

La campanilla sono sobre la cabeza de Yoshi, sin saber exactamente por qué entro, pero lo necesitaba de alguna manera, creyendo que cualquier compañía sería buena en su luto, en su perdida, en su soledad. Serían solo él y un compañero animal, pero al menos lo distraería de la pena. Comenzó a mirar, había pajaritos, gatos, ratones, los cachorros, una serpiente. Todo formo una mueca indecisa en el rostro del hombre, hasta que su mirada dio con un pequeño estanque en el centro de la tienda, se acercó para así observar a las pequeñas tres pequeñas tortugas bebé en el interior del mismo. La tortuga de piel más oscura estaba sobre la que tenía el caparazón más pequeño, la de cuello más largo parecía verlos con decepción.