¡DIOS MIO! ¿¡QUE ME ESTA PASANDO!?
Me siento fragmentado.
Lastimado, como si fuera a explotar.
Siento un sufrimiento que no es mío ¿pero si no es mío, de quien sería?
¡DIOS MIO! ¡POR FAVOR TE RUEGO PARARLO!
¿Pero qué hago gastando mis plegarias en el aire?
¿Jugar al azar manipulando fuerzas que no existen?
¿O gritar con fuerza a un ser absoluto que vela por mi bienestar?
Quisiera ser un líquido, un tranquilo río, el cual por más hondas que lo llegan a perturbar siempre vuelve a la normalidad.
Quisiera ser una masa, maleable y moldeable, que mientras cae busca la escurridiza forma de caer entre las oscilaciones de roca para llegar a bajo de la montaña.
Simplemente quiero gritar que funcione de algo, gritarle a algo, y que pase algo.
El silencio es la violencia más fuerte, pues el dolor de caminar con las penas en la espalda es un dolor que no se puede describir, ni dibujar ni cantar ni escribir... solo sufrir, muchas veces se ha intentado ejemplificar.
Muchos lograron acercarse, pero ninguno dio con la respuesta.
¿Músicos? incluso si habla de guerra o hablan de paz, su dolor solo los inspira a ayudar a los demás a sentirse mejor, sumergiéndose a ellos mismos en su propio dolor.
¿Artistas? solo quieren expresar lo que sienten, pero el caos que sienten es tan inmenso que solo llegan a garabatos que intentan llamar su dolor, de gran belleza y sublimidad, pues sí. ¿Verdad Van Gogh?
¿Psiquiatras? grande han sido sus esfuerzos, y aplausos han de darles, pues encontraron la calma de un caos que al igual que el agua, se mantiene y solo vibra dependiendo de que entre dentro de él.
¿¡DIOS MIO!? ¿QUÉ ESTOY DICIENDO?
Es tan adorable la forma en la que me jacto de hablar de una fuerza indescriptible... intentando describirla, creo que al final el dolor se interpreta como cada uno quiera, cada persona es un mundo, cada persona es un río; y todos definen como navegar en él...
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Lamento Bolivariano
Short StoryUn poema un poco personal, de quien alguna vez fui, pero ya no soy.