Cuatro

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Acababa de llegar en su moto a casa con Luhan. Traía varias compras con el ya que se había gastado algo del dinero de la última fiesta. Aunque también le gustaba ayudar a su madre. Era una señora ya mayor, y con lo que hacía había logrado que dejara de trabajar.

Apagó su moto y enseguida escucho el claxon de un auto.

— ¿Qué haces aquí? — Wenhan se sintió fastidiado al ver los guardaespaldas de Yang y Zhan.

Yixuan le sonrió de forma coqueta.
— Solo pasabamos a saludar.

Luhan se bajó en el acto y se acercó a la ventana de la camioneta donde estaba Sehun.

El doncel lo miró de arriba abajo.

— Hola. ¿Contento?  ¿Ya se van? — Se dirigió a Yixuan, sin dejar de ver al otro.

Ante un nuevo rechazo, Yixuan se puso muy serio. — ¿Ya tienes lo que el jefe te pidio?

En seguida se tenso. — Ya casi. — Mintió.

— ¿Casi? ¿Eso me suena a que no? ¿Te quedo grande...? ¿Cómo se llama...?

— No es tu problema.

— Talvez si... No quiero que te maten. El patrón está obsesionado con ese chico.

Yixuan tomó la muñeca de Wenhan y este se soltó apartándose del vehículo.

—  Idiota. Te dije que ya casi esta. Al que van a matar es a ti por meterte donde no te llaman. Crees que a Zhan le gusta que le toquen sus cosas... Sehun! Es contigo.

Luhan se apartó. — Si tanto te gustan estos muertos de hambre. Adelante Luhan, pero no te sorprendas si aparecen flotando en el río.

La expresión de Sehun hombre se puso muy fea. — ¿Tu crees que ustedes son sus  favoritos? — Soltó una carcajada. — Zhan jamás se interesaría demasiado por nada... Y mucho menos por un producto que no es exclusivo.  En este momento, tiene una de las actrices del momento chupandole la polla... ¿Ustedes? Ustedes solo son para pasar el rato.

— Lo que digas Yixuan... Tu solo estas celoso. Cuando entré a la casa Xiao y empiece a mandar, lo primero que rodará será tu cabeza y la del otro muerto de hambre.  Y lo digo de modo literal.

— Jajajaja. Iluso. — Se burló Sehun. Reconociendo que ninguno de los Xiao, podría estar tan interesado en ese doncel.

— Wang Yibo... 15 días. — Yixuan sentenció.

— ¿15 días? — Wenhan se puso de los nervios. — Es muy poco tiempo.

— Es lo suficiente. Hay un asunto y ellos se perderán otra temporada. El jefe se quiere llevar su nuevo juguete.

— Ahh... ¿Se van otra vez?

— Entré menos sepas...

— Más viviré... — Rodó sus ojos. — Ya lo sé.... Ya lo sé.

— Está es su fiesta de despedida del pueblo. Así que hazlo bien.

Yixuan sacó una caja llena de ropa.

— ¿Y esto?

— Quiere que Wang Yibo se lo ponga.

— 15 días. — Yixuan subió el  dio la espalda y se fue.

Wenhan se atrevió a abrir la caja. Había ropa de encaje totalmente seductora de color negro y unas orejas deo mismo color un poco pequeñas....

Se sintió  nervioso.

¿Cómo iba a convencer a Wang Yibo?

¿Tal vez debería decirle a Yixuan que usarán sus viejos métodos?

Pero Yibo era su amigo. Sin embargo, si el rubio no aparecía en esa fiesta seguramente Yang lo mataría.

Hijo de La Mafia. 《ZhanYi》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora