AnnieUna demonia totalmente desnuda y con un vibrador metido entre las piernas nos habré las puertas del reino de Erodys, creo que esto se va a poner raro, literalmente el viento sopla y huele a sexo, miro a Dereck y este me sonríe con diversión para luego encogerse de hombros.
—Es de vital importancia que la reina visite cada reino del inframundo... —se acerca para susurrarme en el oído —. Y dudo mucho que con lo perversa que eres no tengas activo ese espíritu curioso, lobita.
Mi piel se eriza, él me toma de la mano y me sobre salto un poco al sentir el contacto de su piel con la mía, siento que esta ardiendo pero no literalmente sino que la vergüenza hace que sienta que él es una gran bola de fuego caliente.
Cuando entramos caminando, joder...
Demonios teniendo sexo en cada rincón decorando el jardín delantero, la sangre sube a mi cabeza y siento como mi respiración se agita al escuchar todo tipo de gemidos y jadeos, me humedezco lo labios cuando veo como uno el mete el puño completo por... o diosa, ¿eso si se puede?
Me estremezco para luego sentir los cálidos labios de Dereck en mi cuello.
—Nuestro anfitrión —dice Dereck en mi oído y es cuando despego mi mirada del jardín y me fijo hacia el frente.
—¡Oh, que emoción, mis deliciosa pareja caliente! —dice apenas nos ve.
Erodys el duque el reino de lujuria tenía un chico demonio a su derecha; con ojos de gato y piel amarillenta con unas garras singulares, y a su izquierda una chica demonio voluptuosa con cabello blanco y una piel exageradamente pálida casi llegando a un tono blanco. Los dos se encontraban en cuatro mientras una collar rodeaba su cuello... un collar sujetado por este duque sexual.
Erodys iba totalmente desnudo dejando a la vista sus partes, cosa que intente evitarse ver, pero joder... no tengo palabras para toda esta gente. Lo único que lo acompañaba eran unas correas que se cruzaban en su pecho bien marcado.
Cuando nos terminamos de acercar Erodys me hace una reverencia y sonríe.
—Estoy muy contento con el hecho de que por fin hayas apagado ese deseo que tenías, lo que me pone triste es que tu diversión se acabo —dice haciendo pucheros.
Dereck gruñe enojado y Erodys lo nota.
—Ah, ah, ah, usted puede ser el rey del inframundo pero ahora no deseo... —sus ojos se posan sobre los míos y luego me sonríe.
De repente comienza a cambiar, cuerpo más delgado y fino, cabello más largo, y un par de tetas pronunciadas, ¿una mujer? No entiendo nada.
—Puedo cambiar de sexo cuando me dé la gana —dice señalando todo su cuerpo —, pero me gusta coger más de lo que me gusta que me cojan a mi, me hace sentir poderoso y que soy el puto dueño del control —se cambia a su forma masculina —, pero aún así a veces me gusta ser doblegada —me guiña el ojo —, creo que me entiendes.
—Tú casa es una locura... —digo mirando los alrededores y él sonríe divertido.
—Esto... es una pequeñez comparado a lo que hago en las noches, me encanta extender esta locura por todos los reinos, no obstante, no puedo llegar hasta el reino del duque amargado desesperación, es un puto idiota aburrido —dice frustrado pero vuelve a sonreír —, aunque me lo cogí... uh, lo siento, me perdí en mis pensamientos. ¿Dónde estábamos? ah, si, pasen, a mi hogar pero si quieren quedarse en algún bar o lugar interesante de mi alocado pueblo pueden hacerlo, hay un bar que hacen...
—No te desconcentres... —reprende Dereck, ya aburrido de su habladuría.
—Parece que alguien no ha cogido hoy, que amargado estas. bueno, síganme.
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MI PERVERSO REY DEMONIO [#3]
WerewolfUn maldito dios de la perversion, el rey de los demonios segado de poder y erotismo... mi maldito mate. Pero no lo vale, es un idiota. Ochenta y dos años para darme cuenta que mi mate... es el mayor enemigo de mi hermano tirano. Me enteré el día de...