AnnieLlegue al pasillo de la habitación y cuando estoy apunto de tomar el picaporte lo suelto por una sombra nueva que se refleja en la puerta, su olor me hace saber exactamente quién es.
Aprieto mis manos en puño y me giro a verla.
—Wao, ¿ya has disfrutado de tu vida de soltera en Deseo con tu amiga? Se nota que te importa poco Dereck, si eres capaz de dejarlo como un idiota e irte a bailar como una loca, me dejas con un amargo en el paladar como siempre.
—¿Como sabes lo de la salida? ¿Como mierda sabes donde estaba? —me cruzo de brazos y le sonrió —, ¿acaso estas perdiendo tu Preciado tiempo siguiéndome? Al parecer no tienes vida propia, tan vieja que estás, me lo imaginé.
La rabia subió a su cabeza y cuando estaba apunto de abofetearme detengo su mano con rapidez y clavo mis uñas en su antebrazo.
—Mira bien lo qué haces, mejor búscate problemas por otro lado que no sean conmigo, no tienes ni idea de cuánto te puedo destruir —le digo apretando más mis uñas en su brazo haciéndola sangrar.
Chilla un poco, la suelto, se lleva la palma de su mano a esa muñeca afectada para luego mirarme con odio.
—Puta niñata de mierda, sin libertad —sonríe con rabia —, aunque te pinten como reina no dejarás de ser esclava, ese trato es un trato de sangre, el día que no hagas lo que él quiera, no te dejará tomar tus opiniones libre y te manipulará como un maldito títere —sonríe cuando quedo en blanco —, oh, no sabias lo que conllevaba firmar, y que tu amado príncipe es un demonio astuto que si algún día te revelas te atará socas hasta el cuello, sogas invisibles que te harán hacer lo que él deseé contra tu voluntad solo por haber firmado ese acuerdo.
—Eres una...
—¿Mentirosa? —suelta una risa sarcástica —, pues déjame decirte que tienes todo el derecho de ir a la biblioteca a buscar el embrujo que trae el contrato, ¿por qué no le pides de te lo quite? ¿O acaso le tienes miedo? ¿Que carajos haces aquí entonces si no puedes tener libertades? ¿No te lo has preguntado? ¿Estás aquí realmente por voluntad? ¿Te dejará salir de aquí sola? ¿Acaso te tiene la confianza suficiente para que te quedes por propia voluntad? Si logras que deshaga el contrato me callaré y me quitaré de tu camino.
—¿Oh en serio? Esta bien, reto aceptado —le digo para luego entrar a la habitación los los humos saliendo de mis orejas.
—¿Annie? —me llama Dereck y yo lo ignoro y sigo encerrada en mi misma mientras camino de un lado a otro por toda la habitación —, Annie.
Lo ignoro totalmente ya que la rabia me tiene segada.
•Nos tiene esclavas, no confía en nosotras, eso duele —me dice Clo mientras me ahogo por dentro.
•Lo sé, pero ya no más, hoy me quita esas cadenas sí o sí.
Me transformo en lobo y corro hasta la oficina de Dereck, cruzo por los pasillos a alta velocidad y cuando estoy frente a la puerta regreso a mi forma humana y la abro, entro y comienzo a rebuscar por todos lados, lanzo papeles, tiro libros, etc, pero no encuentro por ningún lado el papel que me mantiene encadenada.
Cuando me acerco a los cajones hay uno que no se abre, cuando estoy apunto de aplicarle fuerza entra Dereck con postura relajada y alzando con su mano izquierda el contrato.
—¿Buscabas esto? —me dice y suelto el cajon.
Rodeo la mesa y termino frente a él, pero guardando una distancia.
—Rompe el trato —lo amenazo y él solo me mira de arriba abajo.
Estoy completamente desnuda pero ni eso me hará bajar la guardia y hacerme sentir más vulnerable, sé lo que soy, lo que merezco y mi linaje no agacha la cabeza.
—¿Eso es lo que quieres? ¿Acaso piensas escapar? —frunzo el entrecejo enojada y respiro más pesado.
—¿Es eso lo que piensas? ¿Que apenas liberes mis cadenas me voy a ir? ¿Tan poca fe tienes en mi? ¿En mi amor? —siento como me voy rompiendo por dentro con cada palabra que suelto.
—Annie, me dijiste que tenías una conexión conmigo y ni eso te detuvo a intentar huir de mi, no querías aceptar tu destino a mi lado a pesar de que me quisieras, ¿estás dispuesta a quedarte conmigo para toda la eternidad sin necesidad de un maldito acuerdo? —aprieto mis puños y lo miro retadora.
—Sí, ¿aquí estoy no?, aquí me quedaré, porque te amo Dereck y mi corazón se hace puño y mi cabeza un lío cada vez que tú me haces sentir como si de verdad no lo hiciera —una lágrima rueda por mi mejilla.
Dereck da unos pasos hacia mi pero no está lo suficientemente cerca, yo diría que a quedado a unos cuarenta centímetros de distancia.
—Sabes que siempre te complaceré en todo, Lobita, y no es que desconfíe de ti, es solo que no me imagino una vida sin ti —comienza a romper el papel mientras éste brilla —, así que dejare a tu voluntad el quedarte a mi lado y sé que gobernaremos juntos hasta see nada.
Toma mi mano y me besa los nudillos para luego ir subiendo con tres besos más hasta mi cuello.
—Dereck... —le advierto pero el no deja de besar, morder y lamer mi cuello mientras juega con mis tetas.
—¿Que desea la reina? —dice haciéndome caminar hacia atrás.
—Todavía sigo enojada —Dereck se despega de mi seño Dereck y me sonríe.
—Pues que bien, puedes canalizar toda esa energía mientras te follo contra el escritorio —me levanta cargándome por las axilas para luego sentarme en su mesa.
Su cuerpo calentó el mío y mis sentidos se agudizaron con cada toque, verdaderamente que sentir su maldita polla dentro, penetrando con rabia y fuego me da un escalofrío exquisito, cada jadeo, gruñido o gemido combinado demostraba que he ganado, y realmente es completamente mío.
Y una reina vieja con aires de tengo el poder me va a quitar lo que ya he construido aquí y en su corazón.
____________________
Buenas, no tengo mucho que decir, solo que he estado escribiendo y frenado mi lectura como sacrificio écheme apoyo moral porque la tentación de leer crece pero tengo que seguir escribiendo porque pronto entraré de nuevo a la Universidad y tendré menos tiempo.
Att: Eliana Batista❤️
ESTÁS LEYENDO
MI PERVERSO REY DEMONIO [#3]
WerewolfUn maldito dios de la perversion, el rey de los demonios segado de poder y erotismo... mi maldito mate. Pero no lo vale, es un idiota. Ochenta y dos años para darme cuenta que mi mate... es el mayor enemigo de mi hermano tirano. Me enteré el día de...