Call Me Daddy 1 & 2

Capítulo 11

Yo estaba enamorada de él.

Mi pecho se apretó al pensar en él. Sus palabras eran como el cielo y sus ojos eran la escalera para ello. Me encantó todo sobre él y mi opinión nunca cambiaría. Era un ser humano hermoso y no había suficiente tiempo en el mundo para intentar expresar cuánto me dolía el corazón por su presencia. Nunca fui tan cursi y cliché, pero haría cualquier cosa para escucharlo decir lo mismo.

Mi resfriado casi se había ido. La universidad se estaba arrastrando, pero eso era en parte porque Henry estaba en mi mente todo el tiempo. Simplemente no podía esperar para volver a mi dormitorio y responder a los mensajes de texto que me había estado enviando durante todo el día. Pero cuando regresé a mi dormitorio hoy no había ... nada.

Al principio no pensé nada de eso. Tal vez estaba teniendo un día ocupado y no tenía tiempo para enviarme mensajes de texto ni nada. Era un hombre ocupado y había días en los que se pasaba todo el día trabajando y planificando proyectos.

Solo para asegurarme de que estaba bien, le envié un mensaje rápido.

Yo le envié Hola. ¿Estás bien?

No contestó hasta el día siguiente, cuando estaba haciendo mi trabajo para mañana. Me sentí aliviado de que él respondiera, estaba tan preocupado.

Él me envió un mensaje ¿Estas vestida?

Fruncí el ceño y respondí de inmediato. Sí. ¿Por qué?

Segundos después recibí una respuesta. Estoy afuera

Algo estaba tan mal.

Él era extrañamente contundente. Siempre fue franco en sus textos, pero esta vez fue diferente. Fue triste.

Me fui después de agarrar mi bolso en caso de que fuéramos a algún lado y saliéramos directamente afuera. Me apresuré hacia las puertas y, efectivamente, su Mercedes estaba estacionado allí. Con cautela entré y observé su elección de ropa. Llevaba una camisa casual lisa y pantalones negros. Su cabello no estaba peinado, parecía que solo estaba bronceado por sus manos. Y parecía que no se había duchado en un par de días.

"Hola." Hablé, sin saber qué decir o hacer.

"Hola." Me susurró de vuelta antes de mirar hacia la carretera.

Se podría decir que estaba tratando de ocultar lo que tenía en mente mientras ocultaba sus emociones bajo sus pesados ​​ojos. No sabía cómo consolar a un hombre, apenas podía consolarme.

"¿A dónde vamos?" Le pregunté en voz baja.

Sollozó un poco y rozó su antebrazo contra la punta de su nariz. "Sydney y la escuela de Oscar. Los voy a recoger".

"¿A la una de la tarde?" Hablé y sus ojos se ensancharon al tamaño de la luna, como para despertarse.

"¿Recuerdas esa vez cuando mencioné que algo estaba mal y necesitaba hablar?" Preguntó, y yo asentí. "Bueno ... creo que quiero hablar ahora".

Estaba sin palabras. Nunca lo había visto así antes, así que ... ¿vulnerable?

Detuvo el automóvil a un lado de la carretera, el único ruido eran los automóviles que pasaban. Me giré ligeramente hacia un lado, mirándolo mientras apagaba el motor.

"¿Qué pasa?" Murmuré, lo único que podía encontrar para decir que era apropiado.

Suspiró y puso su mano sobre su cabeza antes de sacudirla lentamente. Entrecerró los ojos y exhaló con los labios fruncidos.

"Mi madre ..." susurró. "Ella está ... Ella está muerta".

Sentí que un escalofrío me recorría la espina mientras mi estómago se enfermaba. Luego se volvió hacia mí con los ojos muy abiertos y secos, como si pidiera mi reacción y ni siquiera sabía qué reacción tuvo él mismo