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TRES MESES MÁS TARDE.

 Taemin creyó que podría soportar a la prometida oficial de Minho. Pero estaba resultando todo un maldito infierno. Aún vivían juntos en el departamento, pero Minho llegaba tarde, muy tarde, a veces incluso de madrugada. Taemin intentaba quedarse despierto para verlo, pero el cansancio lo vencía, y en las mañanas tenía que irse solo. Kyu lo llevaba al trabajo y luego volvía para recoger a Minho. Un simple "Buenos días, mi niño" y "Buenas noches, Taem". Eso era todo, una maldita rutina que parecía no tener fin.

Taemin no contaba con que esa mujer se instalaría en una oficina junto a la de Minho. Siempre estaba colgada de su brazo, y para colmo, Cassandra intuía que había algo más que una simple amistad. Minho le había dicho que Taemin era su gran amigo y un excelente empleado, pero ella pronto se enteró de que había sido su novio oficial. Se lo había topado una o dos veces en casa de los suegros de Minho, como el invitado especial de Victoria. 

Fue ahí donde Cassandra corroboró que seguían juntos. Por lo tanto, cada vez que se encontraban, ella hacía alarde de lo mucho que se amaban, besando a Minho como si fuera lo último que haría en la vida.

Taemin estaba seguro de que Minho ya se acostaba con Cassandra. Ellos solo habían hecho el amor unas cinco veces, y Taemin sentía que fue más por compromiso que por verdadero deseo.

"Fui tan idiota al proponer algo así... Kai tuvo razón en insultarme cuando le dije que sería el amante de Min..."
"Estoy convencido de que tienen sexo..."
"Aunque me duela, voy a hablar con él. Necesito salir de dudas."

Esa mañana no le importaba llegar tarde al trabajo. Siempre había sido muy responsable, jamás usaría su relación para obtener privilegios en la constructora. Pero esta sería la primera vez que se retrasaría, y estaba dispuesto a que le descontaran el día. La verdad es que ya no podía más con la duda; los celos lo estaban matando.

Minho salió de la ducha y vio que su pequeño aún no se había ido.

—¿Mi niño? ¿Qué haces todavía aquí?

—Esperándote.

—Taem, sabes que tengo que pasar por Cassandra. No puedes venir conmigo en el auto.

—No necesitas recordarme que soy un intruso en su perfecta relación. Solo quería hacerte una pregunta, y quiero que seas honesto. Por favor, no me mientas.

—Discúlpame, Taem, no quise que sonara así. Es solo que he estado muy presionado por mi padre...

—¿Y cuándo no? Te maneja a su antojo, Minho. Ya le estás dando lo que quería. ¿Qué más desea el todopoderoso Choi Byung?

—Taem, amor, por favor no empecemos. Sabías que esto sería así. No puedo hacer nada, Cassandra es una mujer demandante.

—¿Eso incluye que tengan sexo?

Minho lo negó de inmediato.

—No, mi niño. No tenemos relaciones de ese tipo. Te lo prometí, y lo estoy cumpliendo. Es por eso que tengo que satisfacer sus demás caprichos. Ella hace lo imposible por excitarme, pero mi cuerpo nunca le responde.

—Quizá algún día lo logre, si es tan perseverante... ¿No lo crees, Minho?

Minho se puso pálido. Eso solo podía significar que alguna vez estuvo a punto de ceder. Taemin no era estúpido, sabía que la insistencia de esa mujer acabaría llevándoselo a la cama.

—Ya entendí, Minho. No es necesario hablar más. Solo te pido que, si lo haces, me lo digas para que pueda irme, porque eso jamás lo podría soportar. Nunca, nunca. Que tengas buen día.

O TÚ O NADA. (2MIN)🔞🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora