Una vez que terminamos de chantajear a nuestros hermanos, nos apresuramos a armar el bolso, cosa de irnos cuanto antes.
Ambos estamos muy nerviosos por el viaje, y no nos molestamos en ocultarlo. Será la primera vez que estaremos los dos, completamente a solas. Nunca había viajado con alguien que no sea mis hermanos. Así que eso también me tiene bastante ansioso. Con honestidad, no puedo más del entusiasmo.
Por cinco días no seremos "Izan, la cabeza del clan Markov", ni "Atlas, el heredero del clan Hyun". Tan solo vamos a ser, Izan y Atlas. Durante esos días, no importaran las heridas del pasado, ni los dramas familiares. Seremos él y yo.
Aunque aún queda la cosa más importante por ultimar, y la base de todo el plan.
- ¿Y bien? - pregunta Jun, saliendo del vestidor. Está todo vestido de negro, lleva una camisa, el pantalón sastrero y el saco de vestir.
Atlas lo observa pensativo. - Pruébate otro traje, ese te queda enorme. - ordena con voz firme.
- ¡Es el más chico que encontré!
- Sácate el saco entonces, que pareces un niño probándose la ropa de su padre.
- No exageres, le queda bien. - digo.
- Si, tranquilo Atlas. - agrega su hermano.
- ¡Tiene que salir perfecto! - exclama, un tanto alterado.
- Y lo saldrá. - confirmo con voz calma. - No lo notaran desde los lejos.
- Suni sí. - hablan los hermanos a dúo.
- A ver, pónganse de espaldas, y algo alejados. Veremos qué tanta diferencia hay.
Los dos me hacen caso y se apartan unos pasos, para luego darse la vuelta. Observo con atención, alternando mi mirada entre uno, y el otro.
Atlas es un poco más alto, además de que Jun es más flacucho, pero con el traje puesto casi ni se nota esa diferencia, tan solo me doy cuenta de eso porque el mayor lleva su ropa de entrenar, lo que me marca más su cuerpo tonificado. Su cabello es de la misma tonalidad, e incluso se lo deben cortar en el mismo lugar, ya que llevan exactamente el mismo largo, y de la misma forma.
- ¿Y? ¿Pasamos la prueba? - pregunta Atlas, cuando ambos se dan la vuelta.
- Solo alguien que sepa lo que estamos planeando podría distinguirlos. - respondo. Miro a Jun. - No te olvides que por ninguna circunstancia debes darte la vuelta. Porque ahí sí que se ira todo al carajo, y los tres seremos carnada de tiburón.
Pone los ojos en blanco. - Ya sé, ya sé...
- Hay que reafirmarlo, porque es evidente que eres un tonto. - menciona Atlas tajante.
- Ya déjalo en paz. - digo. - Yo creo que es algo bastante digno de admirar, porque conseguirá algo que ninguna mujer, por muy guapa y sexy que sea, ha conseguido. Y eso es una cita con Astor.
- ¿Se cree muy importante el castor cascarrabias? - habla Atlas con sarcasmo e irritado.
- ¿Y tú que hablas? Si tampoco has tenido una cita en tus 30 años. - menciona Jun, a lo que su hermano abre ampliamente los ojos y le dedica una mirada amenazante. - ¡No puedes hacerme nada! ¡Me necesitas vivo! - sentencia y se apresura a salir de la habitación.
Se me escapa una risa. Si que son especiales los hermanos Hyun. Espero que el mío no se comporte como un idiota con Jun, que es por demás adorable y tierno, en especial teniendo en cuenta que su padre se ha comportado como un verdadero hijo de puta con él, y pesé a ese desprecio y diferencia que ha sufrido toda su vida, no dejar de ser alguien encantador. Es como si aún conservara esa inocencia de niño. Ahí se nota lo mucho que tienen que haber sacrificado Atlas y Suni para mantenerlo dentro de la burbuja, y no permitir que nada lo manche, ni lo dañe.
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El legado de la Mafia (Mafia Marshall V)
Romansa*SPOILERS "HIJO DE LA MAFIA"* Izan Marshall ha tocado fondo, luego de perder aquello que más quería. Con el corazón roto y desmotivado cree que nada más volverá a producirle alguna clase de emoción, hasta que entra en su vida Atlas Hyun, el heredero...