Aquí me encontraba pensando debajo de mi árbol favorito, estaba pensando en lo aburrido que son algunos días, o sea no tengo nada que hacer y estoy aburrido.
Empecé a divagar por mi mente hasta que de repente me acordé del Gran Sacerdote, me sonroje al instante, él me gustaba muchísimo. teníamos una especie de amistad pero yo lo empecé a ver con otros ojos.
Su cabellera plateada, su piel perfecta, su aureola que representa lo importante que es, su caminar; su voz... Todo de él me encantaba, era perfecto.
Pensé en cerrar mis ojos e imaginarmelo, besándome oh que malo será pero no podía evitarlo.
Cerré mi ojos y me lo imaginé besándome, pasando su manos por mi cuello.
Dios mi sonrojo debe ser gigante, pero no podía evitar seguir imaginando.
Él en mis pensamientos me empezó a quitar la ropa, primero me quitaba el paño que cubría mi cintura y sostenía la primera capa de ropa.Se sentía todo tan real, no quería abrir mis ojos no ahora.
Sentía unos besos en mi cuello, por todo lo que me estaba imaginando no puede evitar tener una ereccion, suspiré, no tenía más remedio que descerme de ello.
De la nada sentí que alguien me tocaba, abrí mis ojos y me encontré con el gran sacerdote, estaba tocando mi pene, hay Dios no, no, noo.
—¡¿Gran Sacerdote, que hace aquí?! —no hace falta que diga que estaba sonrojado y avergonzado.
—shhh no hables—habló quitándole lo que quedaba de ropa, Shin no protestaba ni nada pero se encontraba confundido ¿estaba soñando? No lo sabía pero lo estaba disfrutando.
—ah~ Gran Sacerdote, no... — Daishinkan empezó tocar el cuerpo del contrario. Por parte del Supremo este daba suspiros entre cortados por el toque que le daba Daishinkan a él.
Tocaba sus pezones con delicadeza, mientras con el otro lo chupaba.
Daishinkan dejó al Supremo en su regazo y empezó a fingir embestidas.—Ahh~ mng~ Señor— Shin no pudo evitar sugetarse de las ropas del Sacerdote, mientras el daba pequeños gemidos.
Sentía el miembro del Gran Sacerdote en su trasero, y eso le excitaba de sobremanera.—shh tranquilo, no haré nada que no te guste— habló Daishinkan metiendo sus dedos en la boca de Shin.
—mhg “¿pero que está haciendome? ”— pensaba el Supremo Kaiosama, mientras tenía los dedos de Daishinkan en su boca, luego los sacó y lo miró con una sonrisa tierna, Shin al ver su sonrisa se sonrojó ¿por qué era tan bello?.
—Lubricando los dedos, no quiero lastimarte— Daishinkan atrajo a Shin hacía él y lo empezó a besar, Shin todo un inexperto se quedaba un poco quieto no sabía que hacer, era la primera vez que besaba a alguien y peor aún era la persona que le gustaba—no te preocupes lo haces bien— las manos paseaban traviesas por las caderas de Shin, hasta que llegó a la entrada del Supremo Kaiosama.
—¡¿ehh?! ¡¿Señor?! ¿Qué va a hacer? —hablaba nervioso el Kaiosama, no quería pensar que iban a hacer eso.
—tú sabes lo que quiero, pero me detendré si no quieres, solo dime que no—Daishinkan dejó de pasar sus manos por el cuerpo del contrario para que Shin pudiera responder.
—Gran... Gran Sacerdote, no... Puedo negarle, yo... Yo quiero hacerlo...con usted—habló avergonzado, de verdad quería, quería sentirlo.
—llámame Daishinkan, nada más—habló para besarlo de nuevo y meter un dedo en la entrada del Kaioshin.
—Mhg!~—sentia el dedo de Daishinkan jugar allí adentro, se sentía incómodo pero la incomodidad se esfumó cuando tocó su punto dulce—Ahh~ Daishinkan~—soltaba algunas lágrimas por el placer que sentía, Dios; tenía a la persona que le gustaba ahora mismo dándole placer, estaba más que feliz en ese momento.
Él Gran Sacerdote seguía estimulando la zona que Shin le provocaba placer, haciendo que cada movimiento allí el pobre Supremo soltara gemidos de placer.
Un momento llegó que la entrada de Shin se contraia involuntariamente, dando entender al Gran Sacerdote que Shin estaba por venirse.
—se que quieres correrte, adelante hazlo— habló Daishinkan para luego insertar otro dedo y hacer los dedos en forma de tijeras dentro de Shin.
El Supremo Kaiosama no pudo aguantar más y se corrió en la vestimenta de Daishinkan.
Shin dejó caer su cabeza en el hombro de Daishinkan, esperando a que pudiera recuperar el aliento, pero lo que no sabía era que Daishinkan no lo esperaría por mucho tiempo.Sacó los dedos del interior de Shin, dejó descansar apoyado en el árbol, Daishinkan besaba la espalda desnuda de Shin asiendo que el kaioshin se sorprendiera pero disfrutará de los besos cálidos que le provocaba Daishinkan.
Paso un momento que Daishinkan pasó de besar y acariciar al supremo para bajarse los pantalones he introducir despacio su miembro en la entrada del contrario, Daishinkan memento antes le dijo que se pusiera en posición mirando al árbol, el Kaioshin confundido lo hizo.
—Mhg Dai~ Ahh~ espere, todavía no me recupe... ¡Ahh!~—Daishinkan introdujo todo miembro, Shin se sentía en el paraíso, aún no se recuperaba totalmente pero Dios que lo estaba disfrutando.
El Gran Sacerdote daba estocadas duras y rápidas justo como Shin quería, podía cumplir todos los deseos de Shin gracias a que Daishinkan igual podía leer los pensamientos y leía todo lo que quería Shin.
—ahh~ Daishinkan~ Señor~ Mhg—a Shin se le caía la saliva de lo bien que se estaba sintiendo, por parte del Gran Sacerdote pues él también lo disfrutaba, se sentía igual de bien que el Kaioshin.
—¿Así le gusta Supremo Kaiosama? —agarró del pelo al Kaioshin mientras daba estocadas más profundas, los ojos del Kaiosama tenían pequeños corazones, se sentía en el paraíso, podía tocar las nubes.
—S-si, pero ....no ahh~ creo que pueda... Más...— empezó a masturbarse para luego sentir una pequeña corriente eléctrica en su próstata hasta su abdomen, junto con eso soltó la semilla en el árbol.
Sus piernas flaquearon, iba a caer al piso si no fuera por el gran sacerdote que lo agarró. Lo tomó en brazos y le limpió y puso una ropa limpia.Lo llevó hasta su habitación para que pudiera descansar tranquilamente.
—Señor Daishinkan... ¿Se va a ir?—preguntó un poco triste el Kaiosama, el de piel celeste lo pensó pero por fin respondió.
—¿Quieres que me vaya?—le Sonrió Daishinkan al Supremo Kaiosama, el Kaioshin negó apenado con la cabeza.
—pues entonces haceme un poco de espacio en la cama que necesito reponer energía perdida—el Kaioshin sonrió y le hizo espacio al Daishinkan, este se sentó en la cama y le dio un pequeño beso en la frente al Supremo.
—descanse Supremo—kaioshin le sonrió y le respondió con un "igualmente gran sacerdote" y se acostó pero no durmió, se quedó pensando en la relación que tenían ¿seguía siendo su superior o eran algo más? Estaba confundido pero cualquier respuesta que diera el Gran Sacerdote le haría feliz.
Daishinkan se acomodó en la cama para quedar como cucharita en Shin, este se tensó y miró hacia atrás de reojo y se sorprendió al escuchar las palabras.
—tú igual me gustas... Seamos más que amigos—le sonrió y Shin se emocionó, lo abrazó de repente y por lo inesperado que fue los dos quedaron tirados en el piso por el abrazo del Supremo.
—hay perdone Daishinkan, me emocioné—se sonrojó Shin, no podría creer que había votado al suelo al Gran Sacerdote.
—no te preocupes, no fue nada—Daishinkan dio una sonrisa de enamorado mientras con su mano jugaba con el mechón de pelo de Shin, éste último se sonrojó y le dio un pequeño beso en los labios para luego los dos irse a dormir en la cama del Kaioshin.
Fin ❤️
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🔞¡¿Daishinkan?!🔞
FanfictionEl Supremo Kaiosama se encontraba debajo de su árbol favorito, pensando en la persona que le gustaba, pero lo que no sabía era que él iba a estar más cerca de lo que imaginaba. (historia de puro desahogo emocional skssl)