Bienvenidos a este mundo

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[ c͟αᴘ 1!] 𐄇🦊 ̱ ᴡᴇʟᴄᴏᴍᴇ ᴛᴏ⠀ 、⠀ᴛʜɪs ᴡᴏʀʟᴅ⠀←ᰳ🪶
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El mundo estaba lleno de cosas diferentes, los habitas, las estaciones, la flora y la fauna y ahora que hablamos de fauna, también estaban otras especies que predominan del resto, así es humanos y licántropos.

Eran pocos los humanos que habían, las leyendas decían que ellos tenían alguna mutación que les había impedido obtener la habilidad de transformarse, sin embargo, estos humanos al coexistir con otros licántropos traían de vuelta el linaje, pero muy raro era el caso, sin mencionar que a parte los licántropos estaban divididos por subgéneros cómo los Alfas (en la cima de la cadena), Betas (quienes permanecían en un punto medio, dóciles a veces a alfas y sobreprotectores con algunos omegas) y Omegas (considerados en la mayoría de casos solo máquinas para reproducción) y esto no ayudaba con humanos en un intento de retomar el inicio de las cosas, ya que la mayoría eran llamados betas y algunos con "suerte" eran alfas.

Había un gran conjunto de humanos regados por todas las zonas, pero en dónde más resaltaban era en Miyagi, dónde mejor convivencia tenían ya que solo dos especies de licántropos habitan allí y realmente no eran tan distintas, de hecho eran como una derivación. Aquí en Miyagi, específicamente Karasuno un lado donde habitaban una de estas especies de licántropos, inicia nuestra historia.

—¡Daichi-san!— Llamaba un adulto de cabello negro y rizado, portando unas gafas, traía su vestimenta típica, yukata que le llegaba un poco más alto de los tobillos, de un azul eléctrico y algunos toques en blanco en los bordes, en su cintura estaba el obi sosteniendo su yukata en su lugar —Por favor baje del árbol, Ukai-kun le llama— Miro hacia arriba, casi en al copa del gran árbol que se había formado en aquel sitio en un límite de su residencia.

El mencionado bajo del árbol dando un salto, desplegando un poco sus alas para detener el impacto contra el suelo y terminar a unos metros en frente del mayor.

—Takeda-sensei, lamento la molestia— Dió unos pasos y luego una reverencia fue lo que siguió, a diferencia del mayor él portaba un kimono con un cinturón grisáceo, no tenía mangas y era de color negro, se veía algo sucio y un poco roido en la bota del hakama* que había adaptado.

—No hay que disculparse Daichi-san— Le dió una sonrisa, imitando el gesto de reverencia. —Ukai-kun quiere hablar con nosotros y sabiendo lo precavido que eres para vigilar he traído a Hinata-kun y a Sugawara-san para ayudar.

—Oh, bueno... Realmente no era necesario.

Miraba cómo ambos se iban acercando, Suga traía un kimono también, pero este traía mangas algo largas y su hakama era algo largo junto a un color beige, iba acompañado de sus alas oscuras recogidas atrás de su espalda, por otro lado Hinata quien se veía totalmente entusiasmado, traía otro tipo de kimono, como el que normalmente usaban los niños, la parte de arriba de color anaranjado con diseños en blanco abajo traía otro de color blanco algo más pequeño y el obi de un gris claro, sus mangas eran de 3/4, llegando un poco abajo de sus codos, su hakama también estaba adaptado a su gusto, era de color negro y le llegaba a la pantorrilla siendo apretado por un pequeño cordón blanco, también estaba algo sucio, a diferencia de Sugawara sus alas estaban un poco desplegadas, estás eran de un color negro con algunas plumas en unos tonos algo anaranjados.

—¡No seas modestos Daichi!— Suga se acercó y le dió un golpe a broma en el estómago. —Vinimos a ayudar.

—¡Así es!— Alzó la voz el más bajo, sonriendo ampliamente como de costumbre. -Te cubriremos ya que Ukai-sensei te necesita.

El peli negro menor dió una sonrisa un tanto floja, sobándose el estómago (Koshi tenía la mano pesada) y luego asintió.

—De acuerdo, luego vuelvo— Dió un par de pasos, volteando para hacer un ademán con la mano y despedirse. —Estén pendientes, por favor.

𝐂𝐀𝐓𝐂𝐇 𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐑𝐎𝐖 [Atsuhina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora