Capítulo único.

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Tu eres mi princesa y yo tu fiel caballero

''Grillos que en la noche se escuchan,
Voces que a lo lejos resuenan,
Pensamientos que en este momento me acechan
De tu voz, tu mirada, que mi corazón anhela.

Palabras que mi boca no puede decir,
Mi mano y mi letra las tiene que escribir.
Poemas y versos que quieren existir,
Para poder hacerte sonreír.''


Dejo mi libreta de lado, mi bolígrafo suelto de mi mano y me recuesto en mi cama para poder descansar, o mejor dicho a pensar.

Otra vez y como ya es costumbre me encuentro escribiendo en medio de la noche, es curioso que solo a esta hora las ideas vengan a mí. Ahora que lo pienso es chistoso recordar el por quien estoy despierto y, como la vida puede cambiar en un segundo. Recuerdo que antes mis poemas, canciones y versos estaban inspirados en la vida, la naturaleza, las estrellas, pero ahora lo único que me inspira, lo único que me apasiona; eres tú.

Con tu sonrisa, fuiste capaz de atraer mi atención y con tus acciones, capturaste mi corazón. Porque toda tú eres especial, porque desde que te conocí supe lo que realmente significa estar completo. Aunque tu curiosidad es algo con lo que batallo internamente, al poner tu cara sonriente olvido fácilmente.

En mi memoria está presente siempre, el primer día que te conocí, cuando Castiel me presento ante ti, estabas nerviosa y eso se notaba, te sonrojaste de manera tierna al decirme que creías que yo era un fantasma, ¿fantasma? ¿yo?, la risa amenazaba por salir de mis labios, pero me contuve pues seguro que te sentirías ofendida.

Todavía no te había conocido a fondo, pero había algo en ti que me gustaba, sin mencionar que en primer plano eras una bella señorita. Pero no fue tu belleza exterior la que me enamoro, no, fue tu personalidad la que lo hizo.

Tú, siempre muy servicial, y con ganas de ayudar a todo el mundo, que hasta a mi hermano ayudaste a resolver su problema con Rosalya, ¿Cómo no enamorarse de ti?, si con tu amabilidad conquistas hasta los corazones mas fríos, ¿Cómo no quererte a ti? Si  buscas el bien de las demás personas antes que el tuyo, ¿Cómo no querer protegerte? Si pareces una hermosa muñeca de porcelana, ¿Cómo no celarte? Si más de uno busca tu amor.

¿Acaso no sabes que te amor?, ¿no es tan obvio que mis sentimientos por ti son más que el de una simple amiga?, Quizás si lo sepas, y te diviertes torturándome. No, tú no eres así, sino que eres demasiado inocente para captar una indirecta.

Veo el reloj de mi cómoda 2:30 am, ¿tan tarde ya?, no cabe duda que las horas pasan volando cuando piensas en tu persona especia. Me dispongo a dormir, dejando que Morfeo me envuelva con sus polvos mágicos, esperando soñar contigo.

Mi alarma suena justo a las 6:30 am, me levanto somnoliento dirigiendo mis pasos al baño, me aseo, me cambio y bajo a la cocina para tomar mi desayuno.


-Buenos días- le digo a mi hermano antes de sentarme en la mesa a servirme cereal con leche en un tazón.


-Buenos días Lysandro-me contesta para después sentarse a desayunar conmigo-¿Cómo amaneciste?-me pregunta.


-Bien, supongo-me limito a responderle, mientras sigo comiendo.


-Sabes deberías hacer un esfuerzo para hacer más ameno el desayunó-me reprime.


-Ya me tengo que ir, se me hace tarde para llegar al instituto-digo levantándome de mi asiento, llevando mi tazón al lavadero, para después lavarlo.


-Me rindo-dice suspirando-Que te valla bien, espera, ¿no olvidas algo?- me cuestiona al verme.


-Nada que recuerde-después de eso salgo de mi casa.


Tu eres mi princesa y yo tu fiel caballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora