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Dafne Romanov

-Dios-

Mi apartamento estaba completamente vacío.

No había ni un mueble en el, solo tenía una nevera, estufa y fregadero.

-¿Qué es esto?-

-Dishwahser-

No negaré que busque la palabra en mi celular.

Jamás me había tocado hacer algo en la cocina así que todo era nuevo para mi.

Tenía una semana libre en donde podia comprar algunas cosas que necesitaba.

-Lo primero es sacar lo mast importante- susurre mientras me movía por el apartamento

Lo primordial es sacar la ropa, aunque no tenía donde guardarla todavía, el amarmario lo que tenía nada mas eran dos pequeños cajones en donde podia guardar algunas cosas.

Pase como dos horas sacando todo de mis maletas.

Tome las llaves del auto que había rentado y fui directo a un supermercado, ahí hice una compra de todo para mi nada mas incluyendo sartenes para poder cocinar.

¿Qué se cocinar?

Cereal con leche posiblemente y cuidado.

Ahora tenía que aprender a las fuerzas por mi decision de hacer algo nuevo lejos de mi familia.

-Es momento de hacer la compra- susurre para mi nada más

Bueno con quien podía hablar si estaba sola en estos momentos.

Tome las llaves del auto que había rentado y fui directo al primer supermercado que vi.

Agarre un carrito para ir colocando todo lo que iba eligiendo.

-Vegetales- lei un cartel

De aquí no necesito mucho.

Tome unas lechugas, tomate y espinaca.

Luego pase al área de frutas que no negare que para mi era el paraíso, de ahí me lleve uvas, naranjas, toronjas, sandia y peras.

El supermercado para mi hoy era un aventura completamente desconocida para mi

-Vale ¿Dónde esta la sal?- camine entre los pasillos y no podía encontrar ni lo más básico

-Así morire de hambre- mire mi carrito

Realmente no sabía ni lo que estaba comprando.

Fui a la seccion de carnes y era mi momento de no saber nada una vez más.

-Pollo, carne molida, pescado, ¿Qué más?- mire a mis alrededores y no sabía que más necesitaba

Pase como unas tres horas dentro del supermercado.

Hasta una vez terminado con mi compra fui de regreso a mi apartamento.

La nevera aun estaba vacia, pero entendía que era por vivir sola.

-Bueno Dafne a ver como sobrevives-

Había realizado algunas ordenes online de una tienda para poder una colchon de aire para la primera noche.

La puerta sonó y al abrirla había un chico colocando todo lo que había pedido.

-Gracias- le sonreí mientras entraba todo.

No negare que todo se me hacía un poco difícil el hecho de estar lejos de mi familia y valerme por mi misma.

Espere una hora para que el colchon estuviera inflado como lo necesitaba. Luego le puse la ropa de cama que le había comprado. La sabana que había comprada era la peluda que no me haría pasar tanto frio en la noche.

Romanov | Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora