En mi memoria quedó grabada todas las veces que dijiste el porqué septiembre es el mejor mes. Tres motivos me diste.
Mis manos aún recuerdan como acaricié la primavera en tu piel. Y ese fue el primer motivo.
Tu risa se repite como la más suave melodía, mi mente vaga a los días felices, cuando siendo jóvenes creíamos que con amor lo podíamos salvar todo. He ahí el segundo motivo.
Y como tercer motivo, entre los millones de habitantes, me topé contigo. Tu sola existencia es el mejor motivo.
Feliz septiembre, feliz cumpleaños.