En Saturno también se Aprecia el Sol

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- ¡¿Les han suspendido?! -todos emiten sorprendidos.

- Si, a ambos -Chester afirma.

- ¿Por qué siento que tienes que ver con ello? -Eva inquiere mirándome con desdén.

- Eva, déjala -dicen Adam y Matt al mismo tiempo.

- Tengo que ver con ello -admito cabizbaja-. Ellos...yo... -un nudo se forma en mi garganta al tiempo que la culpa se acrecienta.

- Tu no hiciste nada, Diane -Chester se esfuerza por dejármelo en claro.

- Fue Marcus quien accionó contra Marlon -comenta Corina-. Así que no es tu culpa, amiga -trata de animarme.

- Ella podrá no haber querido que sucediese eso pero, es el motivo principal por el cual ocurrió -Eva interviene de nuevo-. Ninguno de los dos es así, los desconozco. Nunca había ocurrido algo similar y mucho menos entre ellos.

- Ellos no discutieron o algo por el estilo -emite Amelia.

- Parece que hay muchas cosas que desconoces -interviene Clarissa.

- Hermana, por favor, suéltalo, suéltalo ya, Marcus solo te ve como una amiga -Adam insiste.

- ¡Ya basta, Adam! -exclama-. Estoy cansada de fingir que no me importa, que no me afectaron sus palabras. De fingir que fue solo un capricho y que ya no le quiero porque no, ¡No es así! -confiesa volviéndose hacia mí-. ¿Por qué, Diane? ¿Por qué? ¿Qué le hiciste a Marcus? -me pregunta herida.

- Eva yo no hice nada -me acerco a ella-. Por favor, no me culpes. Yo no sé en qué momento todo ocurrió.

- Estaba decidida a recuperarle, en Alemania estuve a un paso de decirle lo que sentía pero él tuvo que marcharse y ahora, que le tengo cerca nuevamente resulta que alguien se me ha adelantado -aparta la mirada-. Yo creí, realmente creí que no le había perdido -confiesa entre lágrimas-, pero no, él no paraba de hablar de ti una y otra vez.

- Eva -pronuncio acercándome a ella, buscando acortar aún más la distancia entre nosotras para finalmente abrazarle: - Lo siento -mascullo-. No sé si sirva de algo pero realmente lo siento. Yo no quería, ni sabía... -dejo las palabras al aire.

Ella tarda unos segundos en accionar: - ¿Le quieres? -inquiere en voz baja.

- Le quiero -admito.

- Entonces no te disculpes -se aparta ligeramente de mí y hace una pausa poneerada-. Marcus ya me había hablado de ti y desde que regrese se esforzó por hacerme saber todo lo que pasaba entre ustedes. Pero una cosa si te digo, no me alejare de él, no creo poder hacerlo. Se darme mi lugar y tengo suficiente amor propio, como para aceptar que solo somos amigos, pero ambos nos tendimos la mano cuando el mundo no lo hizo, así que no creas que le abandonare.

- Ni te pediré ello -le aseguro-. Seguiremos siendo amigos -pronuncio mirando a todos.

Ella asiente débilmente y mis compañeros sonríen con placidez.

Una vez finalizada la clase, Marcus no tarda en llamarme:

- Lo siento -dice precipitadamente-. Lo siento tanto.

- Tranquilo, tranquilo.

- Quiero verte -musita-. ¿Dónde estás?

- Voy camino a casa -respondo y miro de reojo a papá quien conduce.

- Necesito verte -enfatiza.

- ¿Puedes ir al puente Blue? -inquiero.

- Sí, claro -accede.