Parte 1

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Acostumbrándose ya a despertar con el canto de las aves y no de una insistente alarma, abrió sus ojos durante la mañana, observando la luz en su ventana, una luz que no era opacada por urbanización, no había edificios grandes a su alrededor ni molestos ruidos de autos, solo árboles, algunos animales y de vez en cuando una merecedora lluvia.

Soltó un suspiro por fin apartando las sábanas de su cuerpo y tras estirarse un poco se sentó en la cama, dio un bostezo mientras se ponía de pie caminando en calcetas hasta su escritorio, tomó su pluma y su cuaderno con reprimida euforia mañanera para así caminar fuera de su habitación.

Cuando algunas gotas de lluvia comenzaron a golpear el cristal en las ventanas no tuvo más remedio que preparar su café con más entusiasmo, amaba escribir durante la lluvia y esa era una de las razones por las cuales se había mudado al campo.

Louis Tomlinson era un joven escritor de veintitrés años, se había fascinado por la escritura desde que era un niño, descubrió que su mente estaba llena de historias asombrosas que podía escribir en papel, así que su aventura partió exactamente a los nueve años.

A pesar de su amor por las letras y el olor del papel nuevo, su familia tenía problemas para apoyar sus decisiones, no estaban seguros de que la escritura fuese una buena opción para sobrevivir en el mundo actual, por lo cual tuvo que vivir una vida fingiendo disfrutar de sus estudios, su carrera universitaria hasta que por fin después de un título colgado en la pared que para Louis no tenía valor alguno, tuvo la valentía de escribir por primera vez para el mundo.

Recién terminando su universidad le pidió a sus padres pasar un tiempo a solas junto a su mejor amigo en la casa de campo a las afueras de Londres, solo conectando con la naturaleza para poder inspirarse y así fue como su cachorro y él iniciaron la aventura.

Después de algunos meses escribiendo día con día, anonadado con aquel personaje principal que constantemente comenzaba a vagar por sus sueños, un misterioso rostro que describió a detalle, que tuvo que pensarlo tanto tiempo que terminó perdidamente enamorado de él.

La historia de un aventurero chico inglés viajando por el mundo hasta en encontrar el verdadero amor, un hombre de rostro simétrico, nariz afilada, ojos con pestañas rebeldes y dos esmeraldas en ellos, sus labios eran gruesos y de color rosa, sus pómulos se teñían de rojo muy de vez en cuando, haciéndolo lucir aún más hermoso, a todo eso lo acompañaban hermosos hoyuelos en sus mejillas cada vez que sonreía, aquel detalle lo recordaba perfecto pues era lo que más hacía en sus sueños.

Cuando terminó su primera novela, entre lágrimas pasó sus escritos a digital para así poder enviarlos a un par de editoriales, nunca creyó que recibiría más de una oferta y que su historia se volvería tan conocida, nunca imaginó que todo el mundo se enamoraría tal como él lo hizo de Harry Styles.

No quiso volver a la ciudad después de su éxito, prefirió mantenerse por un tiempo alejado de todos, solo disfrutando de lo que ya se había vuelto costumbre; cada mañana al despertar se preparaba un café con leche y crema, tomaba su cuaderno y sus plumas para caminar al sofá más cercano a la ventana, preparaba el alimento para Cliff y se sentaba por algunas horas a escribir sobre Harry, al fin y al cabo, en tinta y papel cualquier cosa se volvía real.

"El olor a otra mañana en el campo se hacía presente en cada poro de mi piel, esta vez mezclado con el olor dulce de unos buenos panqueques con miel y mantequilla que eran preparados con empeño por el hombre de mis sueños. Con sigilo me escabullí en la cocina, observando su torso desnudo al cocinar, contando como ya tantas veces los lunares de su espalda, impresionado por los músculos que se marcaban con recelo cada vez que hacía algún movimiento, simplemente hipnótico.

Notas de un escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora