Jason
Me levanto súper temprano para ir a la universidad, estoy exhausto y había pensado no ir, pero no me gusta perder clases. Soy muy responsable en ese aspecto y quiero seguir así.
Pasé un fin de semana muy fuerte por decir algo. Luego de la visita de mi padre el viernes, mamá se vino abajo, quería tomar sin control y lloraba desconsoladamente, normalmente lidiaba yo solo con mamá, pero me preocupé tanto que tuve que llamar a mi tía Isabella quien vino de inmediato. Me ayudó a lidiar con mamá e incluso la calmó. Mi tía tenía ese efecto en las personas, lograba hacerlas sentir mejor y las hacía sentir que podían superar cualquier problema.
Salí de la cama y fui directo al baño, me quedé viendo mi reflejo y mi aspecto era un asco, me veía ojeroso y cansado, no había dormido ni comido desde el viernes, me la había pasado fumando y velando el sueño de mamá. No solo estaba preocupado porque mamá estaba mal, también debido a la aparición de papá, olvidé que saldría con Carla y ni siquiera le avisé que no podría ir por ella. Al otro día le mandé un mensaje para disculparme, mensaje que no fue respondido, ni ese ni los otros diez que les mandé.
Debe estar muy enojada y con toda la razón. Aunque si supiera el motivo, ella más que nadie me entendería. Pues aunque no es lo mismo, su mamá también ha sufrido por perder al hombre que ama, y aunque su mamá no había recurrido al alcohol, igual había enfrentado una depresión muy fuerte que ahora estaba tratando con una terapeuta.
Sin embargo no me siento listo para hablarle de mamá. Me siento algo inútil por no poder ayudarla a estar mejor. No ser capaz de convencerla para buscar ayuda, me destroza de muchas maneras. Amo a mi mamá, quiero que esté bien, quiero verla recuperar su sonrisa y su autoestima, pero siento que soy un inútil que no hace nada.
Dejo de regodearme en mis problemas y me doy una ducha rápida. Me pongo una camiseta negra, jeans y botas de combate, peino mi cabello con mi mano y tomo mi mochila y mi móvil.
Antes de subir a mi auto, veo mis mensajes esperando encontrar uno de Carla, pero no hay señales de ella, del que si tengo mensajes es de mi primo Justin quien me pregunta si quiero desayunar con él y Jen en la cafetería favorita de ambos. Pienso decirle que no, pero la verdad es que necesito distraerme y dejar de pensar de más, así que le respondo que si y le digo que nos vemos allá.
No tardo demasiado en llegar a la cafetería, estaciono mi auto un poco lejos y luego camino hasta el establecimiento. Abro la puerta y la campanilla se hace escuchar, el olor a dulce y a café invade mis fosas y no tardo en localizar a mi primo y a Jen. Al parecer aún no piden nada porque no hay nada en su mesa y ellos parecen estar enfrascados en una conversación muy interesante.
Cuando me acerco Justin se pone de pie para chocar mi puño y darme palmaditas en la espalda, su mejor amiga solo me saluda con un asentimiento. Parece darse cuenta que tuve un fin de semana difícil y tal vez por eso, no hace uno de sus comentarios molestos.
Una chica rubia y muy sonriente se acerca a tomar nuestro pedido, sonreía tanto que temí que le doliera la mandíbula.
Justin y yo pedimos unos americanos y Jen pide un capuchino, además de panes de nata y croissant.
-Te ves como la mierda. -me dice Jen, haciendo que Justin la mire con desaprobación.
-Tal vez me veo así, porque así es como me siento.
-Ella va a estar bien. -dice Jen con seguridad.
Jen es parte de la familia desde que eramos pequeños, sabe lo de mamá, no opina mucho al respecto, pero supongo que lo deprimente de mi aspecto la hizo darse cuenta de que las cosas no marchan bien.
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Mi Lugar Seguro 🔞
RomanceCarla no cree en el amor. No después de ver como su padre engañaba a su madre, no después de ver como este dejaba a su madre por otra mujer sin si quiera darle una explicación. Ver a su mamá sumida en una depresión por la ruptura tan poco empatica l...