𝐃𝐢𝐬𝐚𝐬𝐭𝐞𝐫

ᴠᴇɪɴᴛɪᴄᴜᴀᴛʀᴏ

Pov Dahyun

Nunca había regresado sola a casa, y mucho menos en transporte público. Por lo general mi padre me tenía algún chófer disponible siempre. Nunca lo veía, realmente nunca me había puesto atención por más de 2 minutos y eso dolía, creo que no me sentía sola por tenerlas a ellas, mis mejores amigas.

Luego de un viaje de poco más de dos horas en metro, logré llegar a Jongno-gu, el distrito donde vivía mi padre, mi madre había fallecido hace un tiempo atrás, así que mi padre me envió lejos, a un departamento a vivir sola.

Al llegar al enorme y lujosos edificio, subí el ascensor, ya en el piso donde se escontaba la enorme casa toqué la puerta del lujosos apartamento, esperando que alguno del personal abriera, lo cuál no tardaron en hacer. - Señorita Kim - mi niñera abrió mucho los ojos al verme, luego de eso,los ví brillar, juntando agua en ellos. Me abrazó fuertemente y le devolví el abrazo con la misma fuerza, teníamos las mismas emociones, estaba segura de eso.
Bienvenida a tu casa, Dahyun.

- Regresé Nana. - le dije emocionada. - ¿Mi padre está en casa o está en el trabajo?

- En este momento su padre se encutra en una reunión importante de la empresa. - suspiré, me alegraba que siguiera todo bien cómo siempre. Mi padre, un hombre de negocios, vaya que extrañaba nuestra relación de hace algunos años, cuando mamá estaba. Mi madre siempre fué una mujer entregada al mundo del espectáculo. - No debe tardar en llegar. - entré a mi antiguo hogar, recordaba cuando mi padre me dijo que iba a mudarme sola, que necesitaba ser independiente, tenía 16, una enorme nostalgia me invadió, y mi corazón se apretó completamente.

Nana me dejó sola, así que aproveché para recorrer lentamente el enorme lugar, hacía unos dos años y medio que no venía aquí. La decoración ya no era igual, todo había cambiado, ahora era minimalista, todo era café y beige, no sabía que a mí padre le gustaban los colores suaves. Lo único que seguía igual eran las viejas fotos familiares. Todas era cuando yo era pequeña, mis padres se veían totalmente felices, habían también fotos de hace algunos años, cuando entré a secundaria y preparatoria, habían dejado de tomarse fotos después de que mamá falleció.

Decidí subir a la que era mi habitación, la única habitación brillante de la casa. Sinceramente esperaba encontrarla vacía o con cajas, tal vez mi padre la había convertido en un lugar sólo para el. Al entrar me sorprendió verla exactamente igual a como la dejé. Mis lágrimas empezaron a caer sin mi permiso, mientras veía mis peluches en mi cama, las fotos antiguas aún pegadas en las paredes e incluso mi vieja guitarra. Era como si el tiempo se hubiera detenido ahí. En cierto modo, para mí padre el tiempo se había detenido.

No pude recordar cuando tiempo estuve ahí, recordando a la Dahyun del pasado, la carga emocional era demasiada en esos momentos, simplemente no podía contenerme. Durante tantos años había evitado todo contacto necesario con mi padre, nada fué igual sin mi madre, no podía creer que estuviera de nuevo en este lugar. Todo se debía a dos personas en específico, imaginé que mi reencuentro con mi padre sería diferente, con ocho chicas a mi lado, pero dos de ellas ya no estaban aquí, no podían estar aquí y por eso es que debía enfrentar una de las partes más dolorosas de mi pasado, una que tanto miedo me provocaba.