4. DICIEMBRE II

53 12 5
                                    

KIHYUN

Cerré los ojos cuando sus palabras me atravesaron, llenándome y quedándose dentro de mí. Ese «estoy orgulloso de ti» que odié y amé casi a partes iguales. Tuve que reunir todo el valor que me quedaba para atreverme a mirarlo. Hyungwon tenía los ojos un poco rojos, y yo… no supe qué decir. Solo podía pensar en que lo tenía delante y en que no parecía real. En que su presencia se apoderaba de toda la sala, de cada rincón, cada pared…

—Kiki, estabas aquí. No te veía.

Me volví hacia Minhyuk. Y creo que solo le hizo falta un vistazo rápido para deducir quién era la persona que estaba a mi lado y también que yo necesitaba salir de allí, porque no podía respirar… Cogí la mano que me tendió. Y me alejé de Hyungwon… No miré atrás. No me despedí. Solo seguí andando, porque era lo que necesitaba:
avanzar hacia alguna parte. Casi contuve el aliento hasta que el viento de la noche me acarició la cara. Cuando el silencio de la calle se volvió denso a nuestro alrededor, Minhyuk me abrazó. Yo me aferré a él, a la seguridad.

—¿Estás bien? —No me soltó.

—No lo sé. No sé cómo estoy.

—Vámonos a casa. —Me besó en la frente y me volvió a coger de la mano.

Cada paso que dábamos me alejaba más, me aliviaba más. Antes de girar en la siguiente esquina, miré hacia atrás por encima del hombro y creí ver su silueta delante de la puerta de la galería, pero cuando parpadeé ya no estaba y me dije que era mejor así, mucho mejor.

No tardamos en llegar al apartamento de Minhyuk.
Nos metimos en la cama y me acurruqué a su lado. Luego mi mano se perdió bajo su camiseta y cubrí sus labios con los míos. Él jadeó y nuestras lenguas se encontraron en un beso cargado de necesidad y de más, mucho más. Me quité la ropa y me deshice la coleta dejándome el pelo suelto.

—Ki… —Minhyuk respiró agitado. Me incliné sobre él y cogí un preservativo de la mesilla de noche. Volvió a susurrar mi nombre sobre mis labios y me sujetó de la muñeca antes de que pudiese seguir. —Así no, Kihyun. Esto…

—Pero te necesito —supliqué.

—¿Por qué?

—Porque eres la mejor persona que conozco. Porque cuando estoy contigo me siento seguro y hace una eternidad que tengo la sensación de vivir caminando de puntillas, con miedo. Porque me haces ser más fuerte…

Minhyuk rodó hasta tumbarse encima de mí, y después ya solo pensé en él y en el momento que estábamos compartiendo: en sus besos, sus caricias y su manera de hacerme el amor, siempre dulce, siempre haciéndome sentir que era precioso a sus ojos.

Minhyuk rodó hasta tumbarse encima de mí, y después ya solo pensé en él y en el momento que estábamos compartiendo: en sus besos, sus caricias y su manera de hacerme el amor, siempre dulce, siempre haciéndome sentir que era precioso a sus ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

HYUNGWON

El tiempo…, el tiempo no lo cura todo. El tiempo calma, suaviza y redondea los bordes más punzantes, pero no hace que desaparezcan. El tiempo no me curó de él. El tiempo no fue suficiente para evitar que todo mi cuerpo reaccionase al verlo, como si recordase cada lunar de su piel y cada curva que mis manos acariciaron tres años atrás. El tiempo no hizo nada de todo eso. Y cuando lo tuve delante y me zambullí en esos ojos del color del mar, entendí que jamás podría olvidarlo, porque para eso tendría que borrarme también a mí mismo.

Lo que somos 2° Parte // HyungKi (Ad3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora