Quiero vivir mi vida [Libro 2]

CAPÍTULO 8

Eva

Nunca te odié...

Tres palabras que mi cabeza no paraba de repetir constantemente. Solo son palabras, no tienen ningún significado, él solo me protegió de la lluvia y me llevó en brazos hasta mi habitación de hotel.

Y también te vuelve loca cuando te reta para ver quién es mejor, sabes que te encanta cuando hace eso.

Mentira, él solo es... Es mi compañero de trabajo al cual odio porque es insufrible y...

Y muy guapo.

Déjame en paz.

Puse música para pensar en otra cosa, cogí la ropa que me iba a poner. Hoy teníamos una cena, así que había que ponerse un buen vestido con esos tacones que te matan cuando andas. Me preparé para darme una ducha, eran las seis y media de la tarde a las ocho y cuarto debíamos estar todos listos en recepción.

-Ta ra... mmm... - empecé a tararear la canción que estaba sonando a través de mi móvil mientras el agua caía por mis hombros - Mierda, no no ,no ahora no porfavor.

El agua no se iba por el desagüe, esto es increíble. La ducha empezó a llenarse de agua y pude poner mi toalla a tiempo para parar el agua que iba camino a la habitación. Solo me quedaba una toalla, era un poco más pequeña que el resto.

-Mierda.

Salí de la habitación para ver si al resto le iba bien la ducha. Nadie contestaba.

-Genial.

Llamé a la puerta de Lucas y él por fin sí me abrió.

-¿Qué haces así?

-No preguntes, ¿tu ducha funciona?

-Sí porqué.

-La mía no va bien y como ves necesito terminar de ducharme.

-Pasa.

-Gracias eres mi salvación.

Me duché y cogí una de sus toallas, cuando baje hablaré con recepción para que la revisen. Cuando salí él estaba a medio vestir, se estaba abrochando la camisa y tenía el cinturón mal puesto. La habitación está impregnada de su colonia, combina a la perfección con su personalidad.

-Lo siento por tardar ya.. Ya he terminado.

-Perfecto, si vuelves a tener "problemas con tu ducha" puedes venir aquí. - dice mientras hace comillas con las manos -

-Eh, realmente va mal. No he venido por gusto.

-Ya.

-Será mejor que vaya a cambiarme.

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Me puse un vestido de color negro, era de tirantes, con escote recto y una abertura en la pierna izquierda. Sencillo pero elegante. Los tacones y accesorios que llevo son plateados.

Tenía una sensación rara desde que me había levantado, tenía que intentar quitarme esos pensamientos de la cabeza. Nada malo podía pasar.

-Eh, ¿estás bien? - me dice Lucas al oído -

-Sí, no te preocupes. Voy a tomar el aire ahora vengo.

-Ten cuidado es de noche y apenas se ve.

-Solo voy a salir para poder tomar el aire.

Ya habíamos cenado, pero mi cabeza no me dejaba tranquila. Tenía una rara sensación de que algo pasaría. No se si malo o bueno, y el problema es que tampoco sé a quién.