Servicio de acompañantes de Draco y Harry (SERIE II) -Drarry/Harco (Traducción)

Capitulo 1

Draco miró pensativo por la ventana, aunque apenas podía ver a través de la colección de gotas que cubrían el vidrio y fluían en interminables riachuelos para acumularse en el alféizar.

Una vista infernal que tiene Potter desde aquí , pensó con ironía, contemplando la monótona serie de tejados grises, lavados por la lluvia, que se extendían en una vista insípida hasta que desaparecían en la brumosa capa de nubes que actualmente cubría Londres. El Número Doce, Grimmauld Place, era bastante lúgubre a pesar de que Potter lo había decorado tan bien. La lluvia golpeó la ventana con una repentina ráfaga de viento, oscureciendo incluso esa escasa vista.

Draco suspiró y apoyó la frente contra el cristal. Su aliento empañaba intermitentemente el cristal. Detrás de él, Potter pasó una página con un susurro silencioso. Draco frunció el ceño ante el sonido. Harry y su interminable investigación. Draco rara vez tenía la paciencia de sentarse frente a innumerables libros y pergaminos por mucho tiempo. Prefería estar afuera luchando contra peligros horribles. En el interior, tenía demasiado en qué pensar, especialmente mientras descansaba en la habitación de Harry Potter mientras Harry se sentaba en el escritorio.

Sintió los ojos de Potter sobre él como si lo llamara el pensamiento, pero Harry no hizo ningún comentario. Draco sonrió con pesar, sabiendo que Potter no se atrevía a hablar. En el estado de ánimo actual de Malfoy, tendrían una pelea inmediata y Harry sabía dónde terminaban las peleas de Draco.

La garganta de Draco se secó ante la idea, aunque se abstuvo de echar un vistazo a la cama. Frunció el ceño con fastidio. Nunca debió aceptar el trabajo de acompañar a Harry a Hogwarts hace tres meses. La insistencia de Potter en un viaje adicional para destruir la última reliquia de Voldemort había llevado a una serie de eventos desafortunados y culminado en su estado actual. La mente de Malfoy retrocedió a esa fatídica noche en el bosque cuando se vio obligado a salvar la vida de Harry con un beso. El hada le había advertido: Todos los regalos tienen un precio. Me pregunto si tendrás la fuerza para pagar el tuyo. Draco no había entendido sus palabras en ese momento, pero ahora eran muy claras. El precio fue el fatídico apego que lo había atado a Potter desde ese momento.

Suspiró, deseando poder volver a esa noche y deshacer todo. Potter podría pudrirse en Faerie y Draco recuperaría su vida. Una vida sin los malditos ojos verdes de Harry acosando cada uno de sus pensamientos. Una vida sin la piel satinada de Potter y los labios perfectos y besables—

Draco se maldijo a sí mismo cuando su cuerpo respondió al camino familiar que recorrieron sus pensamientos. Se apartó de la ventana y se dirigió a la puerta.

"Voy a salir", espetó. Sintió la sorpresa de Potter.

"¿Con este clima? Odias Londres".

"Necesito un trago", respondió Malfoy, desafiando en silencio a Harry a mencionar que tenían licor en el salón y en la cocina.

"Draco—"

Su mano se congeló en el pomo. Harry nunca lo llamó así, excepto... excepto en medio de una pasión sin sentido. Draco cerró los ojos.

"No te vayas," continuó Harry y el corazón de Draco dio un vuelco lento.

Maldijo y giró el pomo salvajemente. La puerta se estrelló contra la pared con la fuerza de la apertura y Draco salió, tratando de huir de sus demonios.

Sus demonios lo atraparon antes de que llegara al final de las escaleras en la forma del agarre de cinco dedos de Harry en su hombro. Giró a Draco para mirarlo de frente.

"Malfoy," exigió Harry. "Háblame."

Draco lo examinó con los ojos entrecerrados. Potter no era tan especial. Sus anteojos se deslizaban por su nariz nuevamente y su cabello era un desastre atroz de tirar de él mientras leía, un hábito inconsciente que Malfoy deseaba no encontrar entrañable. Dios, sabía que si tenía que hacerlo de nuevo, lo haría de todos modos, salvaría la vida de Harry y todo lo que vendría después, solo para estar aquí. Retrocedió para apoyarse contra la pared, aparentemente para fingir un semblante aburrido, pero en realidad para escapar del toque de Harry. La mano de Potter cayó.