DYNASTY [~Tn Carrington~]

Las apariencias engañan

ADVERTENCIA: Este capítulo tiene contenido +18

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Habían pasado poco días, recorrimos el lugar donde estábamos, compramos alguna que otra cosa, comíamos en restaurantes, pero también hacíamos de comer en casa, pasábamos las tardes en la playa, nadando o tomando el sol. En las noches veíamos películas o series, lo que nos apeteciera,  siempre, pero siempre dormíamos abrazadas, no podíamos estar muy separadas que digamos.

Hoy era un día lindo, desde la mañana nos levantamos temprano y desayunamos fuera, en un restaurante muy bonito, después de desayunar caminamos un poco y después volvimos a la casa, iríamos a la playa. Nos pusimos nuestros trajes de baño y entramos a la playa, el agua cristalina era perfecta, todo era perfecto. Un rato jugamos un poco, después vinieron los ratos de abrazos y besos, unos tiernos, nada como la vez pasada, así fue hasta que empezó a oscurecer de nuevo. 

Tn: creo que ya debemos entrar.- le dije sonriendo

Hannah: anda.- me dio un beso.- ahorita voy

Tn: okey.- le di un beso y fui a la terraza y me acosté en un camastro

Verla feliz, en el agua, nadando o haciendo cualquier cosa me hacía feliz, incluso reír, parece una niña chiquita cuando va a la playa, parecía alguien puro, sin maldad, solo pureza. Cerré un momento mis ojos, me sentía bastante tranquila, incluso podía dormirme justo ahí, creo que eso estaba haciendo, hasta que unos besos me despertaron.

Hannah: ¿ya tienes sueño?.- me dijo riendo

Tn: no.- le dije sonriendo.- solo estaba relajándome

Hannah: tengo una idea mejor para eso.- me guiño un ojo

Tn: ¿así?.- le dije divertida y ella asintió

Me extendió su mano y la tome, sabía a donde iba esto, me guio a la recamara y yo la seguí sin poner resistencia. Entramos al cuarto y ella cerro la puerta, y se acerco poco a poco a mi, sonriendo, pero era una sonrisa pícara, no la normal. Puso sus manos en mi cintura y me pego a ella, me vio unos segundos a los ojos y después me beso, despacio, yo puse mis manos en su cuello y nuca, para acercarla más a mi. Sentí como empezó a guiarme a la cama, con mucho cuidado, justo hasta cuando la parte trasera de mis piernas choco contra el colchón, ahí fue cuando me senté, no dejo de besarme y estaba poniendo su peso contra mi, así que me recosté en el colchón.

Quedo encima mío, con una de sus manos acariciaba lentamente mi pecho, y con la otra se apoyaba para no poner todo su peso en mí, empezó a bajar la mano hasta quedar sobre mi vientre y se detuvo.

Hannah: ¿estas segura de dar este paso?.- me pregunto algo indecisa

Tn: si.- le dije un poco sonrojada

Después de que esa palabra saliera de mi boca ella beso mi cuello, con mucha intensidad, fue ahí donde gemí un poco, me estaba gustando tanto sentirla sobre mí. Continuo bajando su mano hasta mi parte íntima, moviendo sus dedos sobre el traje de baño, estaba empezando a mojarme, no se como pero termino de subirme por completo a la cama y continuo con sus movimientos, con calma, sentía que me estaba volviendo loca, yo ya la quería dentro de mi. Parecía que podía leer mi mente. 

Se volvió a detener pero solo para quitarme la parte superior de mi traje de baño y dejar mis pechos expuestos ante ella, me miro sonriendo y después los beso, con su lengua rodeaba mis pezones, era éxtasis, poco a poco metió su mano por debajo de la única prenda que llevaba puesta, movió sus dedos sobre mi clítoris, seguía con su lenta tortura, hasta el momento en que metió dos de sus dedos en mi, por inercia curve un poco mi espalda, bueno y también por placer. 

Era todo lo que quería, ella lo era. Movió sus dedos despacio sintiendo todo, pero después de un rato empezó a subir la intensidad, besaba mis labios mientras me penetraba fuertemente, haciéndome gemir cada letra de su nombre, estoy muy segura que este sería el mejor polvo de mi vida. Estaba tan mojada que no fue ningun impedimento para ella meter un tercer dedo en mi, provocando que de lo más profundo de mi garganta saliera un gemido intenso, parece que le agrado el sonido, sentí una sonrisa sobre mis labios. 

Después de varias embestidas me vine, mi cuerpo se contraía, temblaba, estaba explotando de tanto placer. Poco a poco fue sacando sus dedos de mi, haciéndome extrañarlos, pero ahora era mi turno. En un movimiento rápido termine sobre ella, lo cual pareció sorprenderla, me quite la única prenda que llevaba en mi cuerpo y me senté sobre su pelvis. Con mis manos sostuve su rostro y la bese, intensamente, puso sus manos en mis glúteos y los apretaba constantemente. 

Fui bajando por su cuello hasta sus pechos dejando besos todo el camino, así hasta dejarla desnuda, parecía divertirse, todo el tiempo me estaba sonriendo. Cuando ambas estábamos desnudas abrí sus piernas y me senté sobre ella, nuestros clítoris se unieron. Así comencé mis movimientos, jugando con sus reacciones, mientras me movía sobre ella acariciaba sus pechos, mis caderas parecían entender que era lo que necesitaba y ella quería. 

Puso sus manos en mi cadera y guio los movimientos, empezó a gemir, a gemir muy alto, pero no se la iba a dejar fácil, baje la intensidad, su rostro me mostró algo de molestia así que retome el ritmo, me acerque a ella para besarla, sus manos subieron a mi cuello, acelere el ritmo, gemimos al unísono. Ahí estábamos las dos, sudando y gimiendo, llegando al clímax juntas. 

Sentir como se venía por mis movimientos era placer puro, sus gestos era algo que jamás querría borrar de mi mente. Cuando ambas terminamos me recosté sobre su pecho y ella me envolvió con sus brazos, acariciaba mi espalda con calma, nuestras respiraciones se fueron calmando, volviendo a la normalidad.

Hannah: no tenía idea de que sabías hacer todo eso.- me dijo riendo.- te ves tan tranquila

Tn: las apariencias engañan.- le dije riendo

Hannah: me acabo de dar cuenta.- me dio un beso en la cabeza

Tn: ¿nos damos un baño?.- le propuse sonriendo

Hannah: vamos.- me dijo sonriendo

Fuimos al baño y ella preparo la tina, puso algunas esencias y después nos metimos, era demasiado romántico, era algo que quería volver a repetir otra vez, otro día. Cuando terminamos de bañarnos nos fuimos a acostar de nuevo, abrazadas, obviamente, jamás estaríamos lo suficientemente cerca.