6. Cables azules y Verdes

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Aidan no pudo contener su vergüenza al sentir las manos de Alma acariciando los cortes en sus muñecas, con delicadeza la mujer movía sus dedos alrededor de las muñecas de Aidan, se movían de una forma tan rítmica y delicada que parecía estar tejiendo algún telar delicado, cuya producción era algo sagrado, como un telar ancestral de alguna tribu amazónica cuyas matriarcas eran las únicas dignas de tejer su historia a través de hilos coloridos y ásperos. Alma enrolló los pañuelos con sumo cuidado y una lentitud abismal, tanto que Aidan considero que en la mente de su amada tía él era una bomba que necesitaba ser desactivada y ella una técnica en desactivación de artefactos explosivos que se debatía mentalmente en cual cable hacer el corte para desactivar la bomba, cable verde, cable azul. En su momento Aidan corto ambos, pero la bomba no explotó.

El chico bajó la cabeza apenado viendo la maraña de venas azules y verdes de sus muñecas, había una parte envuelta en varias capas de vendas blancas que estaban siendo decoradas con pañuelos de seda, dibujos hechos con pintura y brazaletes de madera que su tía Alma había obtenido de sus tantos viajes. Debido a su pérdida masiva de peso los brazaletes quedaban colgando de sus muñecas, sin importar cuantas vueltas les diera Alma alrededor del brazo seguían colgando, por ende, ya cansada y temblando (acto que desagradó mucho a Aidan, ¿Por qué temblaba? Él no era una escultura de cristal que se pudiera romper con facilidad) termino por usar cinta adhesiva para pegarlos a la venda y a los pañuelos, en otros tiempos Alma simplemente hubiera usado un alfiler para mantener en su lugar las cosas, pero Aidan entendió la razón por la cual su tía no quería mantener cosas filosas cerca de él, en especial ahora, aunque Aidan siempre odio las cosas filosas, porque las cosas filosas siempre hacen daño. La idea del suicidio siempre estuvo ahí, como siempre fue muy organizado en ese asunto, incluso su muerte sería ordenada, se estuvo debatiendo mucho en qué usar, no quería colgarse porque no quería partirse el cuello y que su rostro quedará marcado por el dolor, quería morir tranquilo, en paz, que sus padres supieran que él se fue por su propia desición, que todo estaba bien, que él estaba bien. Era lo mínimo que se merecían. Hubo un primer intento antes del intento, en su intento antes del intento Aidan acercó un cúter a su muñeca derecha, luego se dirigió a la izquierda, debatiendo cuál de sus brazos era el menos favorito, pero mientrasexaminaba esa maraña de venas entrecruzadas Aidan se sintió como un artificiero enuna película de acción: corta el cable equivocado y mueres, corta el correcto y vives, en el intento antes del intento decidió guardar el cúter en su lugar, no tenía suficiente filo para cumplir su propósito, además...tenía miedo, sus padres estaban en la casa, él no podía hacerles eso. En el intento, para evitar las posibles variables solo clavo la punta filosa del cuchillo de cocina de su padre en lo ancho y basto de sus brazos, ese fue el intento.

— ¡Listo! Ahora son mucho más bonitos, nadie sabrá que son vendas, van a pensar que son esos brazaletes aesthetic que usan los chicos de hoy en día, muy bonitos — la voz cantarina de Alma hizo a Aidan sentir una calidez en su pecho, una sensación de tranquilidad que hacía mucho no sentía, su tía siempre lo hacía sentir seguro, casi en paz.

— Por favor no digas a aesthetic otra vez o voy a vomitar — bromeo el chico. 

Aidan espero a que su tía comenzará a gritarle en los oídos la palabra "aesthetic" hasta hacerlo vomitar, que cantará o que pusiera la voz más chillona del mundo, que marchara, que bailara, que aplaudiera todo mientras gritaba <<¡Aestheticccccccccccccc!>> solo para molestarlo, pero ella solo dejo los pinceles en el lavaplatos y lo miró fijamente, fingiendo calma.

— De acuerdo — dijo ella.

— Era una broma — dijo él.

— Ya sé.

— ¿Entonces por qué no estás diciendo aesthetic solo para molestarme? — Alma jugueteo con sus dedos y respiro hondo, camino por los alrededores del mesón de la cocina, haciendo que su vestido rojo hondeara con el viento, como la sangre flotando sobre el agua.

Era De Noche (Novela Cristiana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora