Esta es una versión más amplia, algo cambiada y con más detalles que la historia que está en mi perfil con el mismo nombre. Si no la has leído y prefieres una versión más rápida de leer te invito a leer la otra. Pero si prefieres esta con más detall...
Xiao, de los mejores en su equipo de voleibol. Mucha gente lo infravalora por su altura, pero luego se arrepienten cuando le ven jugar. Siempre voy a sus partidos. Me parece un chico increíble. Pero no se fijaría en mi, sin decir que tiene novio. Aether. Él es lindo, buen estudiante, popular, tiene muchos amigos. Al contrario que yo. Solo tengo a Zhongli, y si puedo añadirlo, a Diluc. Pero creo que está bastante cansado de mi. Siempre me dice que soy muy pesado. Pero lo dice de broma.. Supongo. A mi me cae bien, tiene sus ratos en el que es amable.
— Aquí tienes tu zumo de manzana —. Dijo Zhongli, sentándose en frente mía tendiéndome mi zumo y el cambio. Pues le pedí que me lo comprara. Él se compró un café.— ¿Qué tal la canción? —. Preguntó con visible curiosidad.
— Bien, anoche toqué la melodía en el piano. Me gusta, solo tengo que poner la letra —. Le expliqué. Abriendo mi zumo.
— Deberías publicar tus canciones algún día, cantas y tocas muy bien —. Me propuso, yo solo solté una risa.
— No creo que lleguen a ningún lado. Hay personas que cantan y componen mucho mejor que yo —. Le dije, pues era lo que pensaba.
— Con esa actitud claro que no van a llegar a ningún sitio —. Suspiró, yo simplemente le miré encogiéndome de hombros. Desviando la mirada a otra mesa. Para ser exactos, a la de Xiao. Aparté la vista al ver a Aether sentado encima suya. Que si, que sois pareja, os queréis, pero no tenéis por que estar todo el rato encima del otro. Creo saber que todo el mundo sabe que estáis saliendo.— Tienes que hablar con él, puede que no se acuerde de ti, pero podéis ser amigos —. Me aconsejó Zhongli, yo suspiré.
— No creo. Ya tiene muchos —. Dije, recordando cuando le conocí.
Se estaban riendo de mi, era el niño nuevo, sin amigos. La presa fácil. Les gustaba reírse de mi por mis trenzas. Realmente algunos aún lo hacen. Y lo que más me jode es que teníamos 6 años y ya se reían de la gente. Fue entonces cuando apareció Xiao. Me defendió y ayudó por el resto del año. No lo volví a ver ya que me mudé a Alemania, y regresé hace 2 años. Me di cuenta de que no se acordaba de mi cuando el año pasado compartimos clase y ni me miró. Aunque supongo que era por que estaba muy pendiente de Aether.
— Bueno, me voy al aula de música. Las partituras no se aprenden solas —. Dije con una sonrisa al ver como se acercaba Ajax, el novio de Zhongli, me levanté con mi zumo en mano y me despedí de Zhongli con la otra, saliendo de la cafetería. La clase no estaba muy lejos, así que llegué relativamente rápido. Me senté encima de la silla del piano, sonriendo al estar solo el piano y yo. Saqué mi cuaderno que llevaba a todas partes conmigo, poniendo la partitura frente a mi para poder verla. Empezando a tocar.
Era de mis partituras favoritas hasta el momento. Zhongli decía que sonaba triste y ciertamente no le faltaba razón. Supongo que le puse bastante sentimiento.
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Xiao
- Odio que no tengas cosquillas, no mola no poder molestarte.— Me dijo Aether con un puchero. Yo solo me encogí de hombros haciéndole burla.
- Tendrás que vivir con eso.— Le dejé claro, pues no tenía cosquillas. Al menos que yo supiera. Y eso al parece a Aether no le terminaba de agradar.
- Pues... ¿Sabes qué?— Dijo, yo le miré curioso mientras se levantaba de mi regazo.- Corre, si te encuentro antes de que suene el timbre, mañana me invitas un café.— Me dijo. Lo pensé un momento, luego asintiendo.
- Está bien, buena suerte atrapándome.— Le dije, saliendo de la cafetería en poco tiempo. Al parecer le pillé de imprevisto pues 1- Siempre solía negarle esas cosas y 2- Era muy rápido.
Sonreí al ver que no pudo seguirme el ritmo. Pasé por algunos pasillos hasta que me llamó la atención un aula de la cual provenía una hermosa melodía. Me resultó raro pues la mayoría de los estudiantes estaban en el patio o en la cafetería. Y los profesores estaban en sus oficinas. Me acerqué a la puerta para escuchar mejor, pero me ganó la curiosidad. Abrí la puerta lentamente para no molestar, encontrando de espaldas al chico que era responsable de crear aquella melodía. Se notaba que estaba concentrado en tocar el piano pues al parecer no se dio cuenta de mi presencia. Me fijé bien en él, pues me sonaba de algo. Era un chico delgado, con el pelo recogido en unas trenzas negras que terminaban en unas mechas azules, las cuales combinaban con su outfit de colores azulados.
La melodía terminó y parece que fue ahí que se dio cuenta de mi presencia pues se giró de repente y me sorprendí más yo que él.
- ¿Qué haces aquí?— Me preguntó, mirándome. Vale no, él también parecía sorprendido de verme ahí, pues guardó su cuaderno bastante rápido.
- Ah.. Estaba escondiéndome de mi novio y escuché la canción... Me dio curiosidad por que no la conocía.— Le expliqué, mirándole. Ahí me di cuenta que sus ojos también tenían un color azul verdoso.
- Ah — Dijo, no sonaba muy convencido y tampoco parecía saber que decirme. Supongo que le pillé bastante de imprevisto.
- ¿Qué canción es?— Pregunté. Intentando sacar algo de conversación. Sin mencionar mi curiosidad.
- Es mía. No tiene nombre.— Respondió mientras guardaba todas sus cosas. Yo le miré algo sorprendido. ¿Era suya? Joder pues tenía mucho talento. Estoy seguro que está al nivel de muchos compositores famosos.
- ¿En serio? Wow... Tienes mucho talento.— Le complementé pues realmente me parecía increíble esa capacidad de componer canciones, se veía bastante complejo.
-... Gracias.— Respondió. No se le veía muy cómodo en la conversación, aun que era normal. No siempre llegaba alguien que no conoces de nada a hablarte después de escucharte tocar una canción que probablemente te da vergüenza enseñar. O eso quise pensar, pues a mi también me daría algo de vergüenza estar haciendo algo yo solo y que entrara alguien que no conozco a verme.
-..¿Puedo preguntar cual es tu nombre?— Dije. El chico parecía majo, me gustaría ser su amigo. Daba buenas vibras. Aunque.. No parecía muy contento con mi pregunta, me miró... ¿dolido?
- ... Averígualo tú, Xiao.— Me dijo, luego rodeándome para salir por la puerta, yéndose con algo de prisa. Le miré irse. Escuchando el timbre y al segundo alguien gritar mi nombre.
- ¡XIAO TE ENCONTRÉ!— Dijo mi pareja, yo le miré intentando dejar de pensar en lo que acababa de ocurrir.
- Tarde, ya sonó el timbre. Así que eres tú quien mañana tiene que invitarme un café.— Le dije. Aether me miró con un puchero. Le podía escuchar maldiciendo a todo el mundo en su cabeza.
