Capitulo 10

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CAPITULO 10

Aria.

Toda mi vida soñé con un príncipe azul.

Mamá me enseño desde pequeña, a ser independiente, a no dejarme pisotear, a tomar mis decisiones y aceptar las consecuencias.

Pero como toda niña, tenía el sueño de un príncipe azul como el amor de mi vida.

Quien diría que la persona que tengo delante, me trata como siempre quise que lo hiciese mi príncipe azul.

- Disfrute mucho, gracias.

Estábamos fuera de mi casa, recién habíamos llegado, y nos estábamos despidiendo.

- Me gusto pasar tiempo contigo.

- Y a quien no le gustaría. – le sonrió.

- No sabía que eras tan humilde.

- Siempre.

Se ríe.

Asher estaba junto conmigo en la puerta de mi casa, no sabía muy bien como despedirme, ¿era enserio esto una cita, o una salida de amigos?

- Pues... ya tengo que entrar. – Asher se acerca un poco más a mí, toma un mechon de mi cabello y lo coloca detrás de mi oreja.

- Lo de hace unas horas, ¿era enserio?

- Dije mucho hace unas horas, ¿a qué te refieres?

- Lo de que no das besos en la primera cita.

- Mmm... - me hago la interesante. – pues sí, es verdad.

Suponía que eso había acabado con sus esperanzas de querer seguir saliendo conmigo, o si quiera intentar algo. A decir verdad, no me molestaría, aunque me haya contado cosas sobre él, no lo conocía del todo, y entendería que quisiera dejar todo allí.

Yo no soy una más, nunca he permitido que me traten como una más, yo aún creo en que el amor bonito existe, y quiero uno para mí. Sé lo que valgo, sé lo gran persona que soy, y sé lo que merezco.

- Entonces, ¿vendrías conmigo a una segunda?

- ¿Cita?

- Si.

- ¿Todo por un beso?

Se acerca un poco más a mí, nuestras frentes se tocan. Niega con su cabeza. – Podría robarte uno justo ahora. – acerco sus labios, ahora estaban rozando los míos. – pero respeto tu decisión, además, no es todo por un beso.

- Ah no, entonces, ¿por qué?

- Te prometí que estarías loca por mí, y así será.

- Eso sonó muy acosador. – me rio.

- Lo siento, sabes que no es con esa intención.

Lo sabía.

- Entonces, ¿segunda cita? – pregunto de nuevo.

Antes de contestarle, me aparte, ya tenía que ingresar a mi casa y si seguíamos así de cerca, reconsideraría lo del beso en la primera cita.

Me puse de puntillas y dejé un beso en su mejilla. – Sé más creativo en la segunda. – me voltee e ingrese a casa.

Alexandra se morirá cuando le cuente como fue la cita. Nunca antes alguien me había llevado de picnic, siempre fueron restaurantes caros, porque creían que, por pertenecer a una familia de dinero, necesariamente me gustaban esas cosas.

Asher se portó muy bien, fue todo un caballero, e incluso, me otorgo un baile con el sol puesto. Además, me conto más sobre él, le había comentado lo que me dijo Valentina, y me explico lo de sus padres.

Catorce de FebreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora