—Llegaremos tarde si no te apresuras, ¿Que tan difícil puede ser hacer una estúpida maleta con lo esencial???, de este viaje depende mi contrato, lo sabes, sabes que lo necesito... - Fátima me regañaba mientras metía cosas una tras otra en una bolsa pequeña,yo solo me cubrí el rostro con la cobija aún tumbada en la cama, con el cabello mojado y a medio vestir, completamente agotada de nada pero agotada, realmente era muy temprano como para escuchar los regaños de mi hermana.
—Es tu culpa por renunciar a la YG, no el mío... -dije entre dientes, y si a veces suelo arrepentirme de las respuestas que disparo a quema ropa, pero mi instinto de supervivencia me supera y mi orgullo hace que no me retracte de nada.
—NO!!, no es mi culpa. - Su grito me heló la sangre y el abiente de la habitación cambió completamente. —Es la tuya, es la culpa de ustedes dos, es la culpa de El... - entre las sombras lograba ver sus manoteos y ese dedo que mostraba lo molesta que estaba en ese momento, se que está frustrada y en parte la culpa de su fracaso en la industria me pesa y duele, sé que es culpa mía aunque jamás le haré saber esto .
—¿Cuando vas a entender que jamás te dejaré sola y haré lo que sea y renunciare a lo que sea necesario por ti?... - con una voz más amable terminó su regaño, sé que ella me apoya, pero en ocasiones es otra carga emocional más sobre mi .
Detesto tanto esta etapa en la que me encuentro, en proceso de divorcio, con las especulaciones sobre mi en las redes sociales, el acoso de aquella loca, la lastima de la gente cercana y con mi pequeña hija durmiendo a un lado, sin contar con que la ley me vigila con lupa, " Debe de cumplir con su terapia si no logra recuperarse perderá a la niña y será deportada" dio su sentencia el juez con frialdad. Las pastillas y mi navaja me siguen invitando a pasar una noche de paz, y por más que dicen que debo tener motivos para continuar yo cada día encuentro menos, soy tan pésima para todo que no fui capaz de terminar con mi dolor aquella mañana.
Es más fácil acabar con esta pesadilla que con todos los actores principales de esta obra.
Me convenzo en que será bueno cambiar de aires, mientras la voz de mi hermano suena desde la sala, el viene por mi pequeña Haru, así que no tengo pretexto para no ir, aunque me ofende en el fondo que deba de estar acompañada por alguien 27/7 , soy un preso en libertad.
—Hola Princesa...- Llega mi hermano saludando en voz baja a mi hija y la toma en brazos, mientras yo aún me encuentro poniéndome los tenis...
—Te agradezco mucho la ayuda Daniel.- Puse mi mano sobre la suya.
—No hay nada que no haríamos por ti, lo olvidas?
Moví la cabeza y le di una pequeña sonrisa a cambio, sé que lo harían , pero me siento tan sola, detesto que me miren con compasión y me traten como si cada día fuera mi ultimo día.
Salió de la habitación , me puse un sweater y salí arrastrando los pies, con mis documentos y todo listo...París me espera.
Antes de subir al auto le di un beso y una abrazo a mi pequeña, es la primera vez que nos separamos y se que los días serán eternos sin escuchar su risa y me hace dudar si esta es una buena idea, pero no me puedo quedar, no puedo estar sola, mi hermana tiene que viajar a cuidar a ese chiquillo y yo estoy obligada a ir, desde este punto de vista suena mas terrible de lo que en realidad es...
intento ocultar mi llanto mientras pregunto con voz baja... .—¿Por que tenemos que ir a cuidarlo?..- mi hermana metida revisando hasta el mas mínimo detalle me responde y se que fue una muy larga explicacion a la cual no puse atención, pero en resumen es que es alguien importante y si algo le pasa o hay mucho material extraoficial pueden no darle el empleo como staff a Fátima, ella luce entusiasmada por ello, aun no se el por que, ella en YG era mucho mas que esto, ella se dedicaba a entrenar a los trainers , no se por que ahora se empeña en ser la servidumbre de un grupo musical, pero no estoy lista para que me recite sus razones, quizá tenga un asunto pendiente ahí con músculos y pantalones ajustados que le interesa y que no me ha confesado aún .
