˙8˙

587 57 3
                                    

Ulises D'Amico

Verla tan enferma no negare que me dolía.

-Que nadie entre a mi oficina a lo que regreso- mire a Mario y el solo asintió

Salí de la empresa directo a una farmacia que teníamos cerca de la empresa.

-¿Cómo lo puedo ayudar señor?- sonreí hacia la chica detrás del área de medicinas

-Si estoy buscando pastillas para un resfriado- ella asintió para buscar los medicamentos que no requerían recetas

Sabía que podía comprar todo esto por un amigo que tengo que es médico.

El me ayudo a bajarle un poco la fiebre en mi oficina.

FlashBack

-Llama a Alexander- Mario asintió para llamarlo

-Amigo tanto tiempo- escuche su voz

-Sin rodeo que tengo un problemita- pause para colocar a Dafne en mi sofá – Una de mis empleadas tiene fiebre y no sé cómo debo bajarla-

-Bueno primero deberías llevarla a un hospital para que ellos la atiendan mejor, jamás has cuidado ni de ti como para ahora preocuparte por alguien- cerré mis ojos

-Bueno lo primero que puedes hacer antes de matarme es ponerle unas toallas húmeda en su frente para bajar esa fiebre y no la tapes con nada- asentí mientras buscaba unas toallas pequeña que tenía en mi baño privado

-Luego te mandare unas pastillas que le puedes comprar en la farmacia. También necesitare que con un termómetro tomes su temperatura para saber bien de cuanto estamos hablando. Normalmente eso es un síntoma de un resfriado- él hablaba entre códigos que me perdía

-Vale te digo después- corte la llamada

En el baño busque el termómetro que tenía que jamás lo había utilizado.

-Debes ponerte mejor- coloque su cabeza en mis piernas para colocarle el paño húmedo y el termómetro

Ella es tan hermosa que era como una princesa sacada de un cuento.

Su cabello rizado parecido al mío, sus ojos que irradian ternura y sus labios que desde el primer momento que la vi quería besarla.

-No- coloque su cabeza en una almohada y me levante del sofá

Debía mantener una distancia de ella.

-Esos tacones deben estar matando tus pies- susurre mientras se los quitaba

Los tuve en mis manos para luego guardarlo en el armario que tenía oculto en la oficina.

Los coloque al lado de unos zapatos que siempre tenía por lo que podría pasar, ver sus tacones al lado de los míos era hermoso. Saque mi celular y le tome una foto, sé que es algo idiota, pero solo lo quería para mí.

-Gracias- salí de la farmacia con los medicamentos

Cuando llegue a la empresa todo el mundo me miraba como si estuviera haciendo algo más.

Asumo que el chisme de que anduve con Romanov en brazo ya se esparció por toda la empresa.

Al llegar a mi oficina ella estaba despalda a mi como si buscara algo.

-Despertaste- es lo único idiota que se ocurrió decir

-Si- vi como ella sonrió tímida

Se miraba como si cualquier la pudiera lastimar. Ella estaba con su vestido que marcaba su cuerpo y sus pies descalzos.

Romanov | Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora