One Shots ;; Harry Potter world

27. Billy Weasley

Astrid se encontraba en la cocina justo frente al  fregadero, mientras lavaba un par de lozas, cuando su novio de cabellera anaranjada apareció justo detrás de ella.  Sus fuertes manos se enrollaron en su cintura para posteriormente deslizarse hasta sus caderas, y sus labios dejaron delicados besos en su clavícula.

- ¿Necesita algo Weasley? - pregunto todavía fregando las lozas.

Bill no respondió, estaba demasiado ocupado intentado encontrar más puntos libres del sensible cuello de su pareja, a la vez que escurría sus manos por debajo de la delgada blusa subiendo cada vez más, haciendo su respiración errática.

Y antes de que la joven pudiese darse cuenta, se encontraba inclinada sobre la barra con su pierna levantada, sus bragas habían sido tiradas en algún lugar del piso de la cocina. La mano de su pareja sostuvo la pierna de la joven en su lugar mientras que con la otra agarró su trasero amasándolo y abriendo sus mejillas con sus masculinas manos, para así tener mejor acceso a su intimidad.

El continuo sonido del correr del agua no era lo suficientemente fuerte  como para ahogar el sonido del pelirrojo sorbiendo los jugos de su novia, que prácticamente desbordaban de ella.

Inhalo su aroma como si de una droga se tratase. Como si estuviese borracho. Y poco le presto atención a lo dura que estaba su polla, al como sus calzoncillos le hacia cosquillas en su punta bañada en el cremoso pre-semen.

La punta de su lengua se arremolinó firmemente contra su hinchado y sensible clitoris. Haciéndola correrse en su boca sin vergüenza alguna.

Gimió sobre su empapado coño lamiendo sus jugos, ocasionando que las vibraciones arqueara su espalda, lo que hizo que  el tuviese más espacio para jugar.

La mano de Astrid descansaba sobre el anaranjado cabello de su novio, y ocasionalmente atrayendo su cara más hacia su resbaladiza entrada. El colocó su lengua sobre esta y sacudió su cabeza de  un lado a otro.

Quejándose por la sobre estimulación, Astrid  intento bajar su pierna izquierda. Pero aparentemente el supo sus intenciones desde mucho antes porque su agarre se intensificó, ella podía sentir sus uñas clavadas sobre sus muslos dejando medias lunas rojizas sobre ellos.

- Bi-bill - gimió tratando de no arañar su cuero cabelludo, pero con sus movimientos casi salvajes, era imposible.

Sus débiles intentos de llamar al hombre entre sus  piernas, se veían interrumpidos por gritos y gemidos. Ella sentía sus piernas como la misma gelatina, se tambalearon y tambalearon debajo de ella.

- Bill, ah ¡es demasiado! - el más mínimo quejido salió de su garganta.

Trato alejarlo de su sensible y escurridizo coño, pero falló duramente. Su mente estaba totalmente en blanco, no había pensamientos, solo la forma en la que su novio la follaba con su lengua, mientras que sus largos dedos bailaban sobre su hinchado clitoris.

La mano de Astrid se aflojó después  de los intentos de ser liberada, y ahora su mano reposaba perezosamente sobre el anaranjado cabello de su novio, mientras jugaba con sus mechones.

El nudo en su estómago crecía con frecuencia y alcanzaba sus sentidos advirtiendo un segundo orgasmo, un grito trato de salir de sus labios cubiertos de saliva, pero lo único que se lograba escuchar era un chillido desesperado. Sus caderas se alejaron de pecoso rostro del Weasley, y el arco de sus espalda se marcó un poco más.

- No huyas querida, se buena y toma lo que te doy ¿hm? - Bill beso descuidadamente su coño - Quiero que te corras en mi cara ¿podrías hacer eso por mi princesa? -

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