— Yibo... —El pelinegro no podía escuchar las palabras que le estaba diciendo su mamá. Solo veía que ella movía los labios pero el estaba un poco ausente... 24 horas.
¿Zhan estaba muerto?
— Wang Yibo!
— ¿Por qué gritas?
— No estoy gritando. Tu no estás prestando atención. Debes comer.
El no quiso enojarse. Debía ser paciente con su madre. — ¿Cómo crees que me puedo sentar tranquilamente a comer mientras ese idiota tiene a Zhan? ¿Y si ya lo mató? A ti no te importa, ¿Verdad?. Nadie puede entender.
— Hijo no te preocupes. Te aseguró que todo va a estar bien para nosotros... Incluso si ese hombre no vuelve... — Trató de animarlo sin saber como.
— No mamá. No está bien... Nada está bien.
El se puso de pie. La señora Wang no sabía si su hijo estaba enojado o triste...Ni siquiera había llorado una lagrima. Yibo se puso de pie.
— Yixuan... ¿Podemos hablar? ... En el despacho.
—¿Qué es lo que quiere? — Yixing preguntó desconfiado. Su jefe era Zhan... Y no estaba, por lo tanto no había quien diera ordenes. Ellos habían conseguido los maps y los nombres de los propietarios de las tierras aledañas. Buscando pistas.. .
La sonrisa de Yibo era torcida.
— Nosotros... No nos vamos a quedar de brazos cruzados, ¿Verdad?
— ¿Qué quieres decir? Estamos trabajando justo ahora para averiguar donde llevaron a Zhan.
— Tenemos que devolver lo que hicieron.
— Eso es estupido. — Yixing refutó.
Yibo se puso un poco rojo apretando su puño. — Estupido sería esperar que me lo devuelvan en pedazos. Yo no quiero sentarme a esperar y necesito saber con quien puedo contar. Los demás se pueden ir a la mierda... No necesito gente miedosa.
— Entonces vas a ir a atacar ... ¿Tu? ¿Un doncel? ...
— Primero necesitamos saber donde está el sapo. (Soplon)— Dijo Sehun.
Yibo se puso de pie frente al general que lo había retado y por supuesto Yixing no retrocedió.
— Si vamos y atacamos sin un plan o la información correcta, lo asesinaran más rápido.
Alguien interrumpió desde afuera la conversación.
— Zhan ... Gege... Te traje algo... Como prueba de mi lealtad. — El corazón de Yixing se estrujo... — Gege... Hermano.
Jackson abrió la puerta del despacho, poco después de haber sido echado como un perro de la mansión de Zhan... La balacera había empezado. Tal y como, Yang había aprovechado el desorden por su ausencia... Jackson había aprovechado la algarabía y la fiesta en la que estaban despues de la supuesta victoria de los hombres de Yang...
Se había metido entre los encapuchados, desprevenido de que Zhan estaba solo a unos metros de el en otra camioneta. Por supuesto, el pelinegro no gritaba ni hacia ninguna clase de ruido o movimiento excesivo.
Cuando vió la cara de Yibo se puso pálido...
Ellos todo el tiempo decían "tenemos a la perra"... Jackson realmente pensó... Que el encapuchado se trataba de...
— ¿Donde está Zhan?
— Se lo llevaron.
Xiao Yang, atado de manos y doblegado en el piso por Jackson se burló...