Capítulo XXIX

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Daven no entró a ninguna conferencia esa mañana; se sentía muy mal por lo que te estaba sucediendo. Decidió irse a casa a ver a sus padres y pedirles consejo.

Ixel no se encontraba en la comuna, había salido a recoger plantas medicinales, así que Daven solo halló a su padre, Gisli. Su papá estaba conmovido al verlo sentirse tan culpable y desolado por lo que acontecía con su amiga.

Gisli: ¿Tanto te gusta esa jovencita?

Daven: Ella me agrada demasiado... nunca había tenido una amiga fuera de nuestra comuna.

Gisli: ¿Tienes sentimientos por ella?

Daven: No importa si los tengo, papá. Ella ama a otra persona, y es amada por él. Eso me basta. (Silencio) Si tan solo hubiera alguna manera de hablar con ese señor, y hacerle entender que no pretendo hacerle daño a T/n; pero ni siquiera puedo acercarme a la entrada de su comuna.

Gisli: Si, no es para menos, peleaste con dos miembros de su clan a escasos metros de su hogar. Si él se hubiera enterado en el momento, estarías metido en una situación mucho peor.

Daven: Lo sé, por eso no quiero acercarme a ese lugar.

Gisli: Bueno, tal vez... yo pudiera hablar con él.

Los ojos del pelinegro se iluminaron al instante.

Daven: ¿En serio harías eso, papá?

Gisli: Claro, no se atrevería a atacar a otro líder alfa así sin más. Tendrá que escucharme.

Ambos decidieron ir a buscar a Bard en ese mismo momento. Se subieron al auto de Gisli y viajaron de regreso a la ciudad. Daven lo guió hasta la comuna.

Bard estaba sentado en su oficina leyendo, cuando Alexis apareció en su casa. Su rostro denotaba preocupación.

Bard: ¿Qué sucede?

Alexis: Señor... es ese muchacho, el que perseguía a la señorita T/n ayer. Está en la entrada.

Los ojos del líder se abrieron como platos.

Bard: ¡¿Qué dices?! ¡¿Acaso está buscando pleito?!

Alexis: No señor, está tranquilo, dice que solo quiere hablar. Está bajo la supervisión del otro vigilante en este momento.

Bard: ¿Pregunta por T/n? (Preocupado).

Alexis: No, él quiere hablar con usted.

Bard: ¡Échalo! No quiero que este más tiempo cerca de la comuna.

Alexis: Señor... (Dudoso). Yo mismo lo hubiera echado sin necesidad de venirlo a consultar, lo que pasa es que... no está solo.

Bard: ¿Cómo?

Alexis: Así es, lo acompaña otro alfa... creo que es su líder. Dicen que no se moverán de la aguja hasta que usted hable con ellos.

La noticia dejó a Bard turbado. Era peligroso tener a otro líder alfa plantado campantemente frente a su comuna, así que no tardó en llegar a la aguja de vigilancia.

Gisli: Buenas tardes, caballero. Gracias por recibirnos. Mi nombre es Gisli.

Bard: (Con aprehensión). Buenas tardes, yo soy Bard. ¿En qué puedo servirles?

Gisli: Solamente queremos hablar con usted. Seré breve.

Gisli era un hombre más joven y de inmediato, Bard pudo sentir que era mucho más fuerte que él. Esto no se debía solamente a su edad, sino a que estaba unido a una beta; él lo sabía porque tú se lo habías comentado. La diferencia de poder era innegable.

Hijos de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora