Romanov | Un nuevo comienzo

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Ulises D'Amico

Ella estaba hermosa con ese vestido negro corto que dejaba su espalda al descubierto.

Su cabello lo tenía en un semi recogido dejando que sus risos traviesos descansaran en su espalda y hombro.

-Lamento llegar tarde- Mario se sentó a mi lado

-Tranquilo no te has perdido de mucho- lo mire mientras comíamos

Cada cual estaba en su mundo hablando mientras a mí por ser el jefe nadie me dirigía la palabra.

Dafne estaba con su grupo frente a mi hablando de no sé qué.

-¿Qué piensas?-

-Como es posible que nadie nos hable- le susurré

-Bueno si no fueras un amargado que siempre está encerrado en su oficina tendrías a tus empleados hablándote- lo mire mal

-Vez así no te ganaras a nadie. Agradece que por lo menos Crystal se quiere casar contigo- lo golpee

-Yo no me quiero casar con ella-

-Señor D'Amico- gire mi rostro a quién me llamaba

Era una de mis empleadas que sin mentirles no recordaba su nombre

-¿Cómo es que llego a la idea de ser el modelo?- todas las miradas se centraron en mi menos la de ella

¿Por qué me evitaba?

Tome un poco de la copa de vino que tenía.

-Realmente fue una idea de último minuto en donde solo quería lo mejor para la empresa- todo el mundo asintió

-¿Romanov tiene novio?- mi mirada fue al idiota que hizo la pregunta, pero también quería saber

La mire y note que ella no sabía que contestar.

-No, pero tampoco estoy buscando novio-

En parte me sentí feliz de saber que no tenía pareja.

Todos continuamos hablando un poco de lo bien que había salido la colección y como por primera vez en mucho tiempo la compañía había tenido un sold out.

Cuando en su mayoría de las personas termino de comer se fueron al área que era un bar para disfrutar de la noche.

-Vamos Romanov- Claudia se la llevo de la mesa.

-¿Te quedaras aquí toda la noche?- mire a Mario

-No me gustan los bares- el solo me golpeo

-Te creería si no supiera que eres el dueño de todo esto- lo golpee para que se callara

-Dios te conté ese secreto para que no lo estes diciendo por ahí-

-Te conozco muy bien, solo me falta verte desnudo en esta vida-

Me reí negando.

Había decidido hacer el bar/restaurante para poder cubrir los gastos que la empresa no podía cubrir.

-Señor ¿le gusto todo?- se acercó uno de mis empleados

-Si gracias- golpee su hombro para salir de la mesa

Era su momento de limpiar y recibir a los próximos invitados.

-Dile al chef que todo le quedo de maravilla como siempre- él sonrió asintiendo

Se que debía disfrutar de la noche, pero a la misma vez debía verificar que todo estuviera fluyendo bien.

-Debo ir a mi oficina- Mario asintió para separarnos