El último Juego {Just a Game}

Amigos

[~Shawn~]

Busqué enseguida a Lester.
Cuándo lo encontré le regañé porque me había mentido. Le empujé hacía la pared mientras le agarraba de la camisa.

-Espera Shawn, espera. Pero ¿Qué haces?¿Por qué me vas a pegar?- se tapa la cara,

-Me has mentido. Por tu culpa he quedado en ridículo de nuevo. - casi le grito.

-¡¿Qué?!- me pregunta como si no supiera de que estoy hablando- ¿Te has vuelto loco? Yo no te he mentido. Ni siquiera sé de que me estás hablando.

-¡Me dijiste que le gustaban la flores! Y por eso le compré un ramo de rosas. Que según la floristería, tiene mucho éxito que un chico se lo regale a la chica que le gusta. -Pero en este caso no me gusta, sinó que lo hago para ganar la apuesta.

-Entonces no te he mentido yo, sinó la floristería.- tiene razón.- Además, esa información lo consiguió Alex de Anne. Yo solo te lo he pasado.

Joder. Que irritado estoy. Me siento tan ridículo, y solo llevo dos días.

-De acuerdo, te dejo libre.- lo suelto.

-¿Donde vas? Nos toca Educación Física.- pregunta mientras le doy la espalda y me marcho.

-Me la salto. Voy a refrescarme un poco la cabeza.

Me dirijo hacía la azotea.

*En la azotea*
Curiosamente, la puerta estaba abierta. Entré dentro y miré si había alguien.

-¿Hola?- digo casi gritando.

Nadie responde. Pero puedo escuchar a alguien llorando. Cuando más me acerco a la parte de atrás de la azotea, más fuerte se escuchaba.
Es una chica, y por la ropa que lleva, creo haberla visto antes.
Cada vez más, me voy acercando a ella.

-Señorita ¿Qué hace aquí y por qué llora?- me agacho y la toco en el hombro.
Ella se gira y al fin veo su cara.
Es Rebeca.

-Perdona. Ya me iba. - iba a levantarse pero le impido y le pido que se quede y me siento a su lado.

-¿Qué haces aquí arriba?- esta vez le pregunto serio. Nunca me había encontrado a una chica llorando. Me refiero que, hice llorar a un montón de chicas, pero nunca me sentí culpable por ver una. Encontrármela a ella llorando me pone muy nervioso. No sé que hacer. Tampoco sé como consolarla.

-Este es mi lugar especial en el Instituto. ¿Y tú? ¿Qué haces aquí? - me pregunta con los ojos enlagrimados.-¿No tienes Educación física ahora?

-Este también es mi lugar especial en el Instituto. - saco un pañuelo y le quito las gafas y le seco las lagrimas.- Me lo estoy saltando. -sonrió un poco- Siento ofenderte con el ramo de rosas. De verdad, no sabía que las odiabas. No deberías llorar por algo como eso. Destrozarías esa cara más bonita que tienes.- esta última se me ha vuelto a escapar inconscientemente.

Soy un bocazas, bocazas, bocazas. Me golpeo interiormente.

No sé por qué me he disculpado. Ni tampoco, por qué estoy siendo amable con ella. ¿Es por ese sentimiento que llaman culpabilidad? No puede ser. Soy Shawn Levigne, y nunca me arrepiento de nada.

-Lo siento por el malentendido, pero no lloro por las flores. - me aclara. Uff! ¿Por qué me siento tan aliviado?- Gracias por secarme las lágrimas.
Por fin se le forma una pequeña sonrisa en los labios.

-Entonces ¿por qué lloras?- instinto.

-Prefiero no hablar de ello.- vuelve a mirar el suelo.

La cojo de las mejillas y giro su cara hacía la mía. Aparto su flequillo de la cara y las pongo detrás de su oreja.