Cap 3. Excusas

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Esta es otra de las fotos en las que me inspire

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De rodillas, aun frente a la ya apagada chimenea, el pelinegro rogaba frente al dueño de la casa, que aún permanecía sentado, ambos sin ropa y recién levantados.

-De verdad lo siento Willy, no era mi intención, estaba tan ebrio que...- que tierno, si no supiera el contexto le creería.

-Vegetta- puse mi mano en su boca. Que inicie la segunda fase del plan; fingir inocencia – yo..o creo- baje la mirada hacia mis desnudas piernas. Si esto va a funcionar, debo verme avergonzado y frágil. Me fije en los chupetones que tenía en los muslos. Él me los hizo mientras hacia un camino de besos desde mi boca hasta mi entrepierna. Aun podía sentir las mordidas en mi abdomen y las succiones en mis pezones. Recordar los gemidos de ambos cuando envestía y como dejo sus manos marcadas en mis caderas. Mi rostro se ruborizo de la excitación y contraje las piernas para esconder mi erección. Con el rostro ruborizado podía fingir fácilmente -creo que deberías irte, tu..tu perdiste tus llaves en la fiesta así que, creo q..creo que deberías ir a buscarlas. Antes de que noten tu ausencia en casa- no le dirigí la mirada, si lo hacía, sé que podría ver la lujuria en mis ojos.

-Si, si yo, debería irme-podía sentir su mirada en mí, no parecía tener intenciones de marcharse -Willy- sentí su mano posarse en mi barbilla y levantarme el rostro.

Mirada dulce, pon una mirada dulce.

-¿Podríamos mantener esto en secreto? Realmente amo a Rubius y no quisiera que nuestra relación terminara por una borrachera- ¿me estas jodiendo? Él ni siquiera estaba borracho como para justificarse con eso, Aaaaah, y yo que creí que no necesitaría la segunda poción, maldita sea ese estúpido oso.

-Jaja, no sé de qué hablas, yo solo recuerdo que anoche te deje tirado en la puerta de tu casa y regrese a dormir- puedo jurar que es la sonrisa más hipócrita que he hecho en mi vida.

-Gracias Willy- se levantó y vistió tan rápido que solo me dio tiempo a reaccionar cuando ya estaba delante de la puerta. Esto no podía quedarse así, no podía irse pensando en el idiota que tiene como prometido.

-Espera- salte hacia el cubriendo mi frente con mi arrugada camisa, tome su mano para detenerlo y reactivar los efectos de la poción- no deberías salir por el frente, alguien te podría ver desde el pueblo.

-Ah cierto, yo-

-Ven, sal por la puerta trasera- con el agarre en su mano me voltee y lo arrastre hacia el otro extremo de la casa dándole una discreta vista de mi trasero.

Abrí la puerta despacio y me asome lentamente, sé que era muy improbable que alguien pudiera ver quien sale desde allí, pero no era por eso que lo hacía, sabía que la manera en la que me inclinaba dejaría al descubierto mi cuerpo desde atrás de manera descarada y aun así seguiría pareciendo demasiado inocente como para que sospechara que lo estaba provocando. Tenía que lograr que se quedara más tiempo.

-bueno, creo que el camino está despejado- había apartado la puerta y caminando lo más lejos posible de mí al pasar -me voy entonces-

Mierda, no se puede ir todavía, si estás demasiado alejado de mí los efectos de la poción podrían desvanecerse.

-espera Vegetta- lo sujete de la mano en un último intento -creo que deberías curar tus emm... chupetones, si quieres te puedo ayu-

-no, está bien- apartó su mano con un poco de brusquedad -me encargaré en el camino, Rubius debe estar esperándome. adiós- y partió.

Me lleva el carajo, ME LLEVA EL CARAJOOOO, ese estúpido oso de mierda maldita sea. Ese imbécil ni siquiera se encontraba en karmaland y Vegetta no podía dejar de pensar en él.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2022 ⏰

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Poción de amor - WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora