Nunca te dejaré de amar - Ferana♥

En el hospital CAPÍTULO XXVII

-¿Qué? – Pregunto Fernando llevando sus manos a ambos lados de la cabeza. Estaba desesperado.

-Un accidente en un moto – Dice Ana, con una voz apenas audible, en medio del llanto.

-¿Qué pasa con Alicia? – Pregunto Fanny - ¿Cómo fue? ¿Está bien?

En ese momento Ana se empezó a sentir mareada, sus lagrimas no dejaban de salir, Fernando lo noto y la sujeto justamente en el momento en que ella comenzaba a caer. Ana estaba consiente pero muy débil. Fernando trato de sentarla en donde estaban hace unos minutos.

-¡No! – Exclamo – Mejor vamos al hospital necesito ver a Lichita – Fernando dudo unos momentos, pero al final la preocupación por una de sus hijas, lo termino convenciendo.

-Está bien – Dijo.

   Fernando guio a Ana hasta su auto, la ayudo a montarse y emprendieron camino hasta el centro de salud junto a Nando y Fanny. En el camino Ana comenzó a sentirse mejor, aunque su preocupación por Alicia aumentaba.

Al llegar, pidieron información en emergencia, le dijeron que estaba estable y consiente, se encontraba en el segundo piso habitación 102. Los cuatros corrieron a las escaleras ya que sería más rápido. Al llegar empezaron a contar las habitaciones que pasaban 97, 98, 99, 100, 101 ¡Al fin! 102.

Entraron, Alicia estaba acostada, tenia los labios secos, su cara estaba pálida; tenía sus ojos rojos a causa de que había llorado mucho. Tenía una venda en su brazo izquierdo y una tira adhesiva sanitaria estaba colocada de forma diagonal en su ceja derecha.

-¿Cómo te sientes Lichita? – Pregunto Ana, en cuento la vio - ¿Qué fue lo que paso? ¿Te duele algo? ¿Te sientes mareada? – Pregunto demasiado rápido, mientras se acercaba a la camilla donde estaba Alicia.

-Calma Ana, estoy bien – Respondió sonriente – Solo me duele esto – Dijo tocando con su mano derecha su ceja – Y la mano, fuera de ello estoy bien.

-¿Me puedes decir cómo es que estabas en una moto? – Pregunto Fernando, su rostro mostraba enojo. Los cuatro estaban alrededor de Alicia.

-Fernando no es el momento – Dijo Ana, mirándolo. Luego tomo un pequeño mechón del cabello que Alicia tenía en el rostro y lo acomodo.  

-¿Y cuándo es el momento? – Pregunto Furioso – Te recuerdo que si no hubieras interferido,  no estuviéramos aquí, ni mi hija con un brazo y el rostro lastimado – Ana se sorprendió ante la reacción de Fernando.

-¿Estas insinuando que es por mi culpa? – Pregunto ella igualmente alterada, mientras unas lágrimas se asomaban. Fanny negaba con la cabeza. Alicia y Nando solo observaban.

-No quise decir eso – Dijo Fernando en voz baja, al notar la reacción de Ana.

-Pero lo dijiste – Ana se acerco a él – No tienes idea de lo que me duele que pienses eso.

Ana salió de la habitación, casi corriendo y se sentó en una de las bancas que estaban al frente a los pocos minutos Fernando salió, giro hacia ambos lados; la vio sentada llorando. Y se acerco a ellas.

-Perdóname, mi amor – Dijo él una vez estaba al frente de ella.

-Quiero estar sola Fernando – Dijo Ana seco, mirando un punto vacio.

-Ana... - Ella lo interrumpió.

-¿Acaso no me escuchaste? – Pregunto girando su vista hacia él unos segundos, luego la devolvió al punto vacio de nuevo – Quiero estar sola – Repitió haciendo énfasis en las dos últimas palabras.  

Fernando dio un suspiro, se giro y camino lentamente de vuelta a la habitación. Estando a menos de dos metros, escucho que alguien lo llamaba. Se paro, reconoció la voz. Diana se acerco y lo abrazo. Ana solo miraba la escena.

-¿Cómo está tu hija? – Pregunto, Fernando se libro de su abrazo rápidamente.

-Bien, gracias por preguntar – Dijo Fernando con un tono de voz seco - ¿Cómo supiste?

-Eso no importa ahora, ¿Puedo verla? – Pregunto.

-Está bien – Suspiro, miro a donde dejo a Ana, pero ella no estaba ahí. Volvió a mirar a Diana – Pero con una condición.

-¿Cuál? – Sonrió ella.

-Quiero que después de ver a mi hija, no vuelvas a dirigirme la palabra – La sonriente, se fue dejando ver a una Diana furiosa – Ni acercarte a mi familia. Solo trataremos asuntos de LA COSTEÑA y por medio de Beatriz. ¿De acuerdo?

-Pero, yo también tengo una petición – Dijo, Fernando la miro confuso.

-¿Cuál? – Pregunto.

-Una cena, el sábado. En mi casa... Es solo para despedir la amistad que habíamos formado.

-Está bien – Dijo él, no muy convencido. Ella sonrió.

Entraron a la habitación, Ana estaba ahí, Nando y ella estaban sentados en pequeño sofá, ella reposaba su cabeza en el hombro del chico. Fanny estaba, al parecer contando un chiste al lado de Alicia. Todos reían, pero al notar la presencia de Diana y Fernando. Ana se apoyo más en Nando y la seriedad apodero el lugar.

-Hola – Dijo Diana sonriente, nadie respondió - ¿Cómo estás? – Le pregunto a la menor.

-Bien, gracias – Respondió Alicia, seria.

-¿Qué fue lo que sucedió? – Pregunto, acercándose a la paciente. Fanny se alejo rápidamente y se sentó del otro lado de Ana.

-No es por ser grosera pero es algo personal – Dijo la chica sonriendo.

-Voy a la cafetería – Dijo Ana - ¿Quieren algo?

Diana iba a hablar, Fanny lo noto y la interrumpió.

-Yo te acompaño – Ana sonrió.

-No, gracias. Mamá – Dijo Alicia, Ana al escuchar la última palabra sonrió plácidamente. Amaba cuando cualquiera de los siete la llamara mamá. Sebastián, los gemelos, Luz y Alicia eran los que más la llamaban así, cuando sucedía algo.

-Yo las escolto – Dijo Nando, Ana sujetó su brazo, al igual que Fanny y salieron.

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Hola :) una pregunta, tengo dos embarazos en mente... ¿Niño o niña? :D