*******************************************ADVERTENCIA
******************************************* Si lees que sea bajo tu responsabilidad.
Este capítulo incluye escenas de contenido sexual con descripciones explícitas.
Si te incomoda este contenido puedes continuar la historia en el capítulo 77.
*******************************************Existen las almas gemelas y sin duda, tú eres la mía.
CLOE
Thiago extendió su mano ayudándome a salir del coche. No tenía palabras y hasta sentía cierto temor. Habíamos entrado en un lujosísimo edificio en una zona escandalosamente cara de la ciudad.
—Siempre quise que conocieras este lugar.
—¿Tú no vivías con tu abuelo? —Pregunté.
Me esperaba cualquier respuesta porque tenía pinta de ser un piso de soltero de los caros.
—Vivo con él, por ahora; después de lo de mi abuela no quiero dejarlo tan solo —hizo ese tic nervioso de tocarse el pelo que me encantaba—. El piso me lo compraron mis iaios cuando regresé a España.
—Vaya...
—Solo he venido dos veces, el día que me lo regalaron y ahora, contigo.
Si antes no tenía palabras en este momento perdía las cuerdas vocales una a una y mejor no digo lo que opinaban mis diosas que cada dos minutos tarareaban "bésalo, bésalo, bésalo".
—Vives en España hace casi un año y ¿no has dormido aquí nunca?
Se encogió de hombros sin darle importancia.
—No.
Me sonrojé muchísimo, era un honor. Me daba igual el lugar siempre que estuviera con él. Thiago podía tener a quien quisiera, ir con quien quisiera... y me había elegido a mí. Era uno de los hombres más guapos que había conocido en mi vida, el chico perfecto del que estaba jodidamente enamorada desde los quince años y que me regalaba una oportunidad de volver a estar a su lado. Esta vez no la iba a desaprovechar.
Subimos a la última planta en un ascensor acristalado supermoderno. Caminamos por un largo pasillo cogidos de la mano hasta una puerta negra que se abrió a través de una aplicación que Thiago controlaba desde el móvil.
«Cosas de ricos», se reían mis diosas a carcajadas.
Entramos en un enorme ático donde el salón y la cocina estaban en un mismo ambiente. ¡Era alucinante lo que mis ojos estaban viendo! Las cristaleras de suelo a techo nos ofrecían unas vistas panorámicas impresionantes, sin ningún obstáculo, sin edificios alrededor. La playa y el paseo marítimo iluminado y la gran ciudad de Barcelona. El suelo era brillantes en madera pulida, muebles ultramodernos en color gris, una terraza enorme, dos sillas colgantes, un jacuzzi cuadrado...
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Mis días de adolescente. Sentir III (Publicada en físico).
RomanceTercera parte de la trilogía MDDA. (Completa). (Publicada en físico 15/09/22). SINOPSIS. Pasaron demasiados atardeceres y lloré mil lunas preguntándome el porqué. ¿Por qué me perdí de vivir estos años contigo? ¿Por qué me regalaste los mejores y p...